Moscú. El ejército ruso sólo usará armas nucleares contra Ucrania si “está en peligro la existencia de Rusia”, declaró ayer el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al tiempo que su país volvió a acusar a Kiev de preparar un ataque de armas químicas.
“Tenemos una doctrina de seguridad interior, y es pública, puedes leer en ella todas las razones para el uso de armas nucleares”, declaró Peskov a CNN. “Si es una amenaza para nuestro país, entonces puede usarse de acuerdo con nuestra doctrina”, explicó.
La periodista de CNN International Christiane Amanpour preguntó al portavoz del Kremlin si estaba “convencido” de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no usaría armas nucleares en Ucrania.
Unos días después de la invasión a Ucrania el 24 de febrero, mientras el ejército ruso tropezaba con la resistencia, Putin puso en alerta todos los componentes de la fuerza de disuasión nuclear, levantando un coro de quejas internacionales.
Los temores obedecen a la posibilidad de que Moscú recurra a armas nucleares de pequeño tamaño.
El presidente Joe Biden dijo antier, sin citar evidencias, que falsas acusaciones de Rusia de que Ucrania tiene armas biológicas y químicas sugieren que Putin considera emplearlas en su invasión al país eslavo. “Putin está contra la pared y ahora aborda otros asuntos, como la afirmación de que Estados Unidos tiene armas biológicas y químicas en Europa, lo cual simplemente no es cierto”, afirmó.
“Vigilamos esto lo mejor que podemos a diario. No hemos visto nada que nos lleve a concluir que debemos cambiar nuestra postura estratégica de disuasión”, comentó ayer el vocero del Pentágono, John Kirby.
Según el Pentágono, el ejército ucranio, que mantiene el control de los principales centros urbanos, incluso se encuentra en condiciones de llevar a cabo contraofensivas que le han permitido recuperar terreno, sobre todo en el sur.
Las operaciones de las fuerzas rusas “prosiguen estrictamente conforme a lo previsto”, afirmó, por el contrario, Peskov.
De acuerdo con el vocero, el ejército ruso sigue buscando “eliminar el potencial militar de Ucrania, uno de los principales objetivos de la operación”.
Para ello, las fuerzas rusas “apuntan únicamente a objetivos militares en el territorio de Ucrania, no a civiles”, aseguró, pese a las acusaciones de varias ONG retomadas por varios gobiernos, en particular el británico y el estadunidense, en sentido opuesto.
Una “ocupación” de Ucrania no está entre los objetivos del Kremlin, agregó.
Por tercera vez, Rusia acusó a Ucrania de preparar ataques químicos con ayuda de Occidente y de buscar la consecución de armas biológicas e incluso nucleares, denuncias negadas por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Dmitri Poliansky, vice embajador ruso ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), dijo a reporteros que Rusia mencionó “la amenaza de provocaciones químicas en Ucrania”, en consultas a puertas cerradas al final de una reunión del Consejo de Seguridad sobre Medio Oriente.
La embajadora estadunidense, Linda Thomas-Greenfield, calificó de “ridículas” las acusaciones rusas y reiteró que son “un precursor para los planes de Rusia de usar armas químicas, y tenemos que asegurarnos de que el mundo escuche esto y entienda lo que está ocurriendo”.
La Duma Estatal rusa (cámara baja), aprobó ayer un proyecto de ley para castigar, incluso con cárcel, la difusión de “información falsa” sobre las actividades de los organismos estatales en el extranjero, medida similar a la aprobada hace poco, en el contexto de la guerra de Ucrania, para proteger a las fuerzas armadas de la “desinformación”.
En el terreno diplomático, Putin habló ayer con su par francés, Emmanuel Macron, y tuvo un “intercambio exhaustivo de puntos de vista sobre la situación en torno a Ucrania, incluido el curso de las negociaciones” entre ambos bandos, según un comunicado del Kremlin que resaltó que la llamada fue iniciativa de París.
Zelesnky, tras oligarcas rusos
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, publicó ayer en Twitter que “agradecería el papel mediador” del papa Francisco después de hablar con él por una videoconferencia que, al terminar, recibió la ovación de diputados y senadores italianos. Más tarde, Zelensky pidió a dichos parlamentarios sanciones más contundentes contra los oligarcas rusos.
“Debemos congelar sus propiedades, sus cuentas, sus yates, desde el lujoso Scheherezade hasta la nave más pequeña. Debemos congelar los activos de todos aquellos que tienen en Rusia el poder de tomar decisiones”, aseveró. El yate mencionado, entre los más grandes de mundo, se encuentra atracado frente a la Toscana y medios especulan que pertenece a Putin.
El asesor de la oficina presidencial de Ucrania, Alexéi Arestóvich, instó a evitar cualquier llamado a la violencia contra ciudadanos y prisioneros de guerra rusos. “No debemos salir del marco de la Convención de Ginebra, que permite destruir al enemigo en el campo de batalla, pero prohíbe torturar a los prisioneros de guerra, y más aún hacer llamados a favor de la venganza contra civiles y niños, lo cual es inaceptable”, denunció Arestóvich en un mensaje de video publicado en su cuenta de Facebook.
Según el funcionario, esa retórica afecta negativamente la imagen de Ucrania como país europeo.
El lunes, el presidente del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bastrikin, ordenó iniciar una causa penal contra el líder del primer hospital móvil voluntario de Ucrania, Gennadi Druzenko, quien llamó a médicos ucranios a castrar a soldados capturados rusos.
Por orden de Bastrikin se inició una investigación sobre los llamados del presentador de televisión ucranio Fahrudin Sharafmal a asesinar niños rusos.
El diario británico The Independent informó que la embajada estadunidense en Kiev acusó a los rusos de haber secuestrado a 2 mil 389 niños ucranios a los que llevó a las zonas prorrusas de Donietsk y Lugansk, en un reporte que no pudo ser verificado de manera independiente.