Un sacerdote reza frente al retrato de Yvan Colonna en las escaleras de la catedral de Ajaccio, en la isla mediterránea de Córcega, tras la muerte del activista por la independencia de esa región. Collona, quien fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato en 1998 del prefecto Erignac, murió la noche del pasado lunes debido a un ataque sufrido en la prisión de Arles el 2 de marzo, dijo su familia a Afp, a través de su abogado. Tras la muerte del activista, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a la calma, en un intento por adelantarse a posibles tensiones por un caso que ya había reavivado las protestas en la isla. Foto Afp, con información de Europa Press