Leópolis. Fuerzas ucranias indicaron ayer que retomaron un estratégico suburbio de Kiev, mientras las tropas rusas presionaban otras zonas cerca de la capital y mantenían el asedio al puerto sureño de Mariupol, sometido a intensos bombardeos lanzados por buques en el Mar de Azov.
El ejército ucranio indicó la madrugada de ayer que expulsó a los rusos del estratégico suburbio de Makariv tras cruenta batalla. El territorio recuperado permitió retomar el control de una importante autopista hacia el oeste e impedir que la capital quedara rodeada por el noroeste.
Pero el Ministerio de Defensa de Ucrania señaló que las fuerzas rusas que combatían por Kiev lograron retomar parte de otros suburbios en el noroeste:
Bucha, Hostomel e Irpín, algunos de los cuales llevan bajo ataque casi desde que comenzó la ofensiva rusa, a finales del mes pasado.
Las tropas rusas concentran cada vez más su potencia aérea y su artillería sobre las ciudades y los civiles que viven ahí, matando a un número indeterminado de personas y haciendo huir a millones.
El grueso de las tropas de Moscú sigue a kilómetros del centro de Kiev, aunque misiles y artillería han destruido edificios de viviendas y un gran centro comercial, donde murieron ocho personas el domingo, mientras una persona murió ayer en un ataque con dron contra un instituto científico del noroeste de la ciudad.
En Mariupol, dos bombas cayeron en el importante puerto, indicaron las autoridades locales, sin aportar ningún balance inmediato.
Un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos aseveró que las fuerzas navales rusas han estado disparando contra Mariupol desde el Mar de Azov las últimas 24 horas.
Moscú tiene siete barcos frente a la costa de la ciudad y varios comenzaron a bombardearla el día anterior, señaló el funcionario, quien no fue identificado.
En la ciudad, las comunicaciones cortadas, los movimientos restringidos y muchos vecinos escondidos, seguía sin estar claro qué había sido de las personas que estaban en una escuela de arte destruida el domingo y un teatro demolido cuatro días antes. Se creía que en el teatro se refugiaban más de mil 300 personas, y que en la escuela de arte había unas 400.
Mariupol es un puerto clave para Ucrania y está en la franja de tierra entre Rusia y Crimea. Es por eso que lleva más de tres semanas asediado y ha sufrido algunas de las peores escenas de la guerra.
El ministerio ucranio de Defensa señaló ayer que sus fuerzas aún defendían la ciudad y habían destruido una patrullera rusa y una instalación electrónica, al tiempo que las autoridades de Donietsk reportaron que militares rusos y las unidades de la milicia del Donbás liberaron la mitad de dicho territorio, donde continúan los enfrentamientos con los nacionalistas ucranios.
Durante el fin de semana, Moscú ofreció una vía segura para salir de Mariupol a cambio de la rendición de la ciudad antes del amanecer del lunes. Ucrania rechazó el ofrecimiento mucho antes de que se cumpliera el plazo.
Más de 200 mil personas están atrapadas en el importante puerto, descrito por aquellos que consiguieron salir como “un infierno helado lleno de cadáveres y edificios destruidos”, de acuerdo con Human Rights Watch, al citar datos de un funcionario local.
Los civiles que permanecen allí cuentan que nunca recibieron ayuda de las autoridades ucranias y que esperan ser evacuados a Rusia. “Desde el primer día, cuando todavía no habían llegado los rusos, ya nos estaban bombardeando”, declaró a la cadena de televisión de noticias RT una residente de la ciudad, refiriéndose a los ataques del batallón Azov, unidad militar neonazi ucrania.
Las autoridades de la región prorrusa Doniestk señalaron que fuerzas ucranias atacaron Makeevka y Avdivka.
Las fuerzas armadas de Ucrania aseguraron que las tropas rusas “no cuentan con municiones y comida almacenada para más de tres días”. Un funcionario del Pentágono afirmó que las tropas rusas sufren por falta de alimentos y combustible, algunos no tienen la ropa necesaria para el frío y sufren congelamiento.