Ciudad de México. La mejor métrica para saber la percepción de certidumbre que se tiene en el país es el flujo de las inversiones, afirmó Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México.
En una entrevista con La Jornada, previo a la 85 convención bancaria, que se realizará este jueves y viernes en Acapulco, Guerrero, planteó que los niveles de inversión están rezagados, y aunque el crédito bancario fluye, se da por la parte de consumo y no por temas de infraestructura, tanto grandes proyectos como aquellos que son locales.
Consideró que la recuperación económica del país es heterogénea, pues hay zonas donde las familias no se han visto tan afectadas y hay otras donde es difícil contar cosas positivas. Esa realidad heterogénea, dijo, agudiza las desigualdades que hay en el país.
Apuntó que México no solamente enfrentó una crisis económica con la pandemia, sino también una social no vista desde la Revolución por la cantidad de muertos y el impacto económico. Al mismo tiempo, comentó que los problemas de inseguridad los ponderan el empresariado para hacer negocios, y actualmente esto es un inhibidor a la inversión.
Reveló que, en el banco, el crédito ha fluido e incluso ha recuperado sus niveles previos a la pandemia y destacó que en los meses más críticos, ante el alza en la morosidad, condonó el total de los intereses, por lo que dejó de cobrar cerca de 6 mil millones de pesos. Las acciones beneficiaron a un millón 500 mil clientes, por un monto de 330 mil millones.
Tenemos dos años complejos, lo que vemos hacia adelante parece que es igual de complejo, ¿Cómo resume el momento en el que nos encontramos?
Estamos viendo el reflejo de lo que han sido los últimos dos años, intermitencia en muchas cosas e ir aprendiendo a hacer y a lidiar con temas inesperados, hay cosas también positivas; las cosas negativas las conocemos; como la crisis social que acabamos de vivir por los muertos, por el impacto económico, esto no lo veíamos desde la época de la revolución, esta combinación de caída económica y además de un problema social tan gordo como el que se vivió.
Hay muchas cosas buenas, no solamente las malas que conocemos, hablamos y las preocupaciones que tenemos y hay que también pensar que un cambio de dinámica social que pudo haber llevado a tendencia de comportamiento malo que se aceleró, hemos hablado mucho de la tendencia de la digitalización, el trabajo remoto, toda esta flexibilización laborable que tiene grandes aristas positivas, especialmente para las mujeres, esto va a cambiar la dinámica laboral con las mujeres… hay positivos y negativos después de una crisis como la que acabamos de vivir y que hay que ponerlos en la mesa.
¿Hacia dónde está más balanceada, positivo o negativo?
Depende en donde esté situado, de un lado u otro, es complejo. Si vives en el norte del país y tu familia no fue afectada, esto va volando, va bien, pero si estás en zonas donde la recuperación aún no se ha dado o tuviste una afectación personal, de salud importante, es muy difícil que cuentes cosas positivas.
Como pasa siempre en México, es tan heterogéneo el país y la realidad que a veces es difícil hacer una sola afirmación, porque hay cosas muy buenas y muy malas.
Evidentemente lo más negativo de lo que hoy tenemos es la cantidad de muertos que tuvimos en el país y sin duda la crisis de salud parecía que dejó ver cómo están las instituciones en México, que sería algo en lo que tendríamos que enfocarnos hacia adelante; entonces, más que afirmar cuál de las dos, hay muchas realidades para mucha gente y hoy lo estamos viendo incluso en la recuperación.
Esa misma realidad heterogénea, ¿agudiza las desigualdades que ya hay en el país? Si es así, ¿qué se puede o debe hacer? incluso desde la banca.
Absolutamente, México es un país desigual en muchos sentidos: acceso a servicios de salud, educación, ingresos, servicios básicos desde agua, electricidad, todo y esto lo agranda un poco también dependiendo las zonas y tiene que ver porque venimos saliendo de una crisis profunda económica y de salud y eso deja ver que hay zonas que padecieron todavía más, además la recuperación del empleo no se dio de manera simétrica a como estaba antes; de hecho, volvió a ser asimétrico y hondar en las desigualdades y creo que lo que nos deja es más tarea por trabajar.
Inseguridad inhibe la inversión en ciertos puntos del país
Mencionaba una crisis social y económica, también hay una crisis de inseguridad en algunos puntos del país. A la banca, que está en contacto con varias personas e inversionistas, ¿qué tanto le afecta la inseguridad a la hora de hacer negocios?
Las cosas que si puedes son los temas de seguridad, física y de estado de derecho, que están bastante ligados y eso si lo pondera un inversionista, empresario internacional, invertir en ciertas zonas donde hay altos niveles de delincuencia, pondera algún funcionario de alguna empresa que quiera llegar a México a instalarse, se han movido de país si ve altos niveles de delincuencia que pueden afectar la seguridad de su familia, es un inhibidor y cada vez más los empresarios se están fijando en esto y es un tema que tenemos que estar como sociedad, preocupados.
No puedes vivir ni tampoco puede haber inversión sintiéndote inseguro, empieza a haber algunas decisiones familiares en algunas zonas donde dejas de comprar una vivienda, un coche de cierto nivel, por decisiones de seguridad, no económicas y eso tiene un impacto en el crecimiento de la economía, todo esto tiene dinámica económica y nos preocupa, tenemos que estar al pendiente que como sociedad también nos involucramos para que esto se resuelva.
Qué gana más, ¿las ganas de invertir o la incertidumbre actualmente?
Depende mucho de la industria y la zona, vemos cómo llega mucha inversión a los parques industriales, porque el movimiento de cadenas de producción y valor de Asia a México, es una realidad, sí están llegando a México, hay muchas empresas que ya conocen México, se sienten cómodas con cómo les ha ido, la mano de obra; entonces, están trayendo más manufactura a México.
Si hay industrias que están invirtiendo, luego hay inversiones de largo plazo especialmente de empresarios mexicanos que están a la espera de ver cómo termina de acomodarse todo el tema de incertidumbre, debates políticos, seguridad, pandemia, creo que México hacia adelante tiene una expectativa muy importante de crecimiento, por toda la demanda contenida de los últimos años, la falta de inversión, derivada de ciertas cosas.
¿Qué señales de certidumbre hace falta mandar? lo han planteado con la administración, ¿qué falta en el país para que ese potencial de inversión y de crecimiento vaya al alza?
Un tema que ahorita debemos resolver es el de la reforma eléctrica, la reforma energética es muy importante para dar certidumbre… Por poner ejemplos de certidumbre, ésta es una, el tema de seguridad jurídica, no hacer cambios retroactivos a ciertas cosas, en la medida que eso ocurra en un país y el tratado de libre comercio, da mucha certidumbre jurídica, la inversión llega, tanto de extranjeros como de locales, lo que más se ha parado hoy en México, es la inversión de los empresarios locales.
¿Se están dando esas señales de certidumbre?
Hay de todo, unas positivas y otras negativas. El mejor termómetro es el flujo de nuevo crédito, de repente es un poquito contradictorio porque los niveles de inversión total siguen bajos, este país tendría que estar a niveles de 25 por ciento de inversión pública más privada.
Sin embargo ambas están cayendo, entonces va a condicionar el crecimiento futuro, por otro lado el flujo de crédito se da razonablemente en buenos niveles, no todo para inversión y ese es el problema, hay mucho para consumo, entonces requerimos más financiamiento para inversión, pero no hay proyectos de infraestructura; por ejemplo, falta vivienda en algunas zonas del país, infraestructura local, carreteras y todo eso general crecimiento.
¿Qué está pasando precisamente en esta tema de infraestructura? no hay básicamente, no se está haciendo gran cosa.
No, lo que pasa es que cuando tienes un estado que no tiene capacidad de gasto porque México recauda poco respecto a otros países y tiene un porcentaje bajo destinado a inversión productiva e infraestructura de transporte y demás, no hay forma de que lo hagas, la otra forma son alianzas público privadas y es necesario una vía para poder detonar también más inversión en infraestructura y no solo los grandes proyectos que se han anunciado, que algunos van caminando, sino muchos proyectos locales que generan trabajo y movilidad local de las empresas, pequeñas constructoras que también se requieren.
La relación con el gobierno, medido por las inversiones
¿Cómo calificaría la relación que tienen actualmente con el gobierno? ¿Considera que tienen un discurso diferente a la industria privada con el sector público?
Hemos trabajado con todo tipo de administraciones y el trabajo con la administración hoy como proveedor de servicios financieros, es bastante similar a la que hemos tenido con otras administraciones… mucho dialogo con nuestros reguladores de lo que estamos viendo, lo que está pasando, tuvimos un gran dialogo durante la pandemia con la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, una de las claves, cuando hablamos de las cosas positivas, es que tenemos un diálogo muy fluido con los reguladores, muy recurrente, casi periódico para poder tener termómetros de aquel y este lado.
¿Ha habido un dialogo fluido y productivo?
De lado de la banca, con nuestros reguladores, hay un dialogo permanente, asisto a esas sesiones de diálogo y fluye la comunicación, vamos resolviendo muchos temas. Luego el dialogo a nivel de toda la IP, ha sido público, hay cosas que han sido muy positivas y otras muy negativas, parece que la mejor métrica del nivel de percepción de certidumbre y si el dialogo fluye o no, son los niveles de inversión.
Cuando hay mucha confianza y capacidad de ir resolviendo problemas, la inversión fluye; la meta de cualquier administración, me parece que tendría que ser que ese dialogo se traduzca en cosas concretas, en más inversión en el país, el gran pendiente de México, además de los temas de seguridad que es un gran pendiente y podemos hablar de salud y educación, es el pendiente de inversión, para que México crezca por encima de las tasas históricas promedio, tenemos que invertir más.
Menciona la falta de proyectos para financiar, ese también ha sido un problema recurrente, ¿qué proyectos u opciones de financiamiento ve para los siguientes 2 o 3 años, por dónde vendrá?
Vemos proyectos y los financiamos, aquí es un poco el problema de cómo armamos las cosas, hacer un proyecto de infraestructura no es nada fácil, hacer un buen proyecto de infraestructura tiene muchísimas aristas, es el proyecto ejecutivo, impactos ambientales, el proyecto en sí mismo de la construcción y demás, y falta un poco de expertís en algunos niveles de gobierno, especialmente los municipios cambian cada 3 años, entonces es muy complicado y tenemos que repensar cómo hacemos esos proyectos, muy estandarizados para que estos se puedan ejecutar razonablemente fácil.
Me encantaría ver por ejemplo, proyectos que hemos llamado “de infraestructura local”, cuantos municipios requieren de cosas tan básicas como plantas de tratamiento de agua, hay forma de pago a largo plazo y podría haber garantías del gobierno federal, temas de sustitución de transporte público, cosas básicas de los déficit que tenemos de transporte público en algunas ciudades, llevar agua potable a zonas donde hoy no la tienen, ha habido varios proyectos por ejemplo, de rehabilitación de cárceles, remodelación de hospitales.
Cuando ves los requerimientos de inversión de este país, cuando ves las necesidades y cómo las resolverías, dices: “es que ahí hay un cumulo de proyectos de inversión que no son de una sofisticación enorme que si podríamos hacer empaquetados gobierno, iniciativa privada, financiamiento y operación, de tal forma que pudiéramos avanzar más rápido”.
Crédito bancario ha comenzado a fluir
En estos dos meses que van del 2022, ¿cómo van respecto a los anteriores?
Enero y febrero del 2022 han sido mejores que en el 2021 y esto tiene que ver con varias dinámicas, había rezagos en algunos sectores de reactivación y esto que estamos regresando ya a las oficinas, gran parte de los corporativos, van a activar pequeños locales y comercios que están alrededor de las oficinas, no olvidemos que enero del 2021 arrancamos con una economía completamente cerrada, estábamos confinados, teníamos una oleada mucho más dura de la que teníamos en el 2022 y estamos viendo esa comparativa.
Además, durante todo el año 2021 decíamos “las personas físicas traen un buen flujo de financiamiento, hay buena demanda de crédito y las personas morales no necesariamente”, 2021 fue un año récord para las pequeñas y medianas empresas, medianas y grandes tenían mucha liquidez, no estaban invirtiendo y no necesitaban capital de trabajo, había liquidez en el mercado que estuvimos colocando en bonos. Esta tendencia de “voy llenando capital de trabajo porque ya empiezo a vender más” (porque venía de niveles muy bajos), pero está comparando mejor el arranque de este año que el del 2021, de entrada porque no estamos confinados y hay zonas e industrias que van muy bien: turística, de playa, va muy bien.
Sobre la morosidad, quizá sea una de las cosas interesantes que se observó en los últimos años, porque hubo un momento en que se había perdido más de un millón de empleos y en realidad la banca no reflejó un incremento significativo.
Hay varias lecturas de esto. Primero porque esperamos que un año después de la crisis y especialmente cuando contrastamos contra la crisis del 2008, 2009 o vemos la de 1994, el comportamiento fue completamente distinto; en nuestro caso, un año después tenemos indicadores de calidad y medición, mejores que cuando entramos a la crisis y tiene varias lecturas.
Primero los temas macro, no hubo un impacto en los indicadores macro de manera importante en el país entonces no hubo un disparo de tasas de interés ni tipo de cambio que hubiera afectado a las empresas y que por lo tanto hubiera habido más morosidad.
Luego el apoyo de las personas físicas fue brutal, ninguna industria apoyó tanto a sus clientes, incluso diría que el mayor apoyo que hubo a la economía, fue el de la banca.
Condonamos los intereses durante los 4 meses que apoyamos a nuestros clientes; es decir, no es que los hayamos diferido o dejado de cobrar para luego refinanciar, no, dejamos de cobrarles los intereses a nuestros clientes, que fue un enorme.
¿Todos los intereses o solo los moratorios?
Todos los intereses, salvo los créditos que son de largo plazo, especialmente el tema hipotecario y fue una lógica muy simple, sino apoyo a clientes, ellos van a ir y van a producir más reservas, entonces necesitamos aliviar ese flujo.
Lo que ocurrió en la crisis del 2020, muchos apoyos, pero simultáneamente hubo un deterioro importante en la cartera en ese momento, un porcentaje de clientes que efectivamente se deterioraron entre 30 por ciento y 50 por ciento de los clientes que fueron apoyados requirieron un refinanciamiento adicional, pero hicimos una proyección muy alta durante el 2020, prácticamente en toda la banca, porque los modelos de crédito que teníamos decían que iba a haber un deterioro muy importante, lo hubo, no a esos niveles y por lo tanto en el 2021 tuvimos una liberación muy importante, un menor cargo de reservas, en algunos casos algunas liberaciones y por eso fue un año con resultados muy bueno en el total, muy influido por los elemento.
El resultado de la banca en el 2021 se explica por la comparativa, pero hay que decir que la cartera vencida en el 2021 nunca habíamos tenido esos niveles de calidad crediticia en términos positivos; es decir, mejor que en cualquier punto en la historia del banco y creciendo el crédito.
Pero también eso habla del comportamiento de nuestros clientes, de la valoración de cuidar tu historial crediticio, lo importante es que tengas acceso al crédito y una de las cosas que nos preocupaban en el 2020, justo era que teníamos que hacer consciencia de esto, porque una persona que queda marcada en el buró, lo que va a pasar es que no le prestarás durante 7 años, parte de las facilidades era eso, reestructuro un cliente (por la pandemia) y tiene un marcaje especial en el buró; la banca termino apoyando a más de 10 millones de clientes, que ya no son sujetos de crédito, sino que dejan de apalancarse para comprar más cosas en la economía y tiene un efecto real en el crecimiento de la economía.
¿Cuántos fueron los intereses que condonaba el banco?
Sí, alrededor de 6 mil millones de pesos. Fue un gran alivio para los clientes, por eso terminamos con mejores niveles de morosidad que la media del sistema.