Tokio. Los accionistas de Toshiba votarán este jueves un plan para dividir en dos el atribulado conglomerado japonés, una iniciativa que enfrenta la firme oposición de inversionistas importantes.
La votación de la propuesta para separar el segmento de aparatos electrónicos de Toshiba apunta a confirmar el apoyo antes de la adopción de una resolución vinculante el próximo año.
Pero el éxito del plan en la reunión extraordinaria de accionistas el jueves está lejos de estar asegurado.
Un posible rechazo a la separación sería un golpe para el conglomerado y una rara victoria para los accionistas activistas en el mundo corporativo japonés.
Toshiba, que llegó a ser un símbolo del poderío tecnológico y empresarial japonés, enfrentó los últimos años una serie de escándalos, problemas financieros y renuncias de alto nivel.
Algunos accionistas temen que una división agrave los problemas de Toshiba al crear más puestos administrativos en unidades más pequeñas, en lugar de mejorar la gobernanza de la empresa.
Y algunos más bien quieren una compra, luego de abandonar una oferta de adquisición el año pasado del fondo privado CVC Capital Partners.
Effissimo Capital Managemente, de Singapur, que posee 10 por ciento de las acciones de Toshiba, dijo que se opone a la propuesta de división.
3D Investment Partners, otro accionista clave, urgió a Toshiba explorar alternativas, mientras que Farallon Capital Management indicó que una compra “pondría fin a la espiral de desconfianza y reposicionaría a la empresa para el futuro”.
Satoshi Tsunakawa, pieza clave de la propuesta de división, renunció repentinamente semanas atrás como presidente del grupo luego de un breve periodo en el cargo. Lo sustituyó Taro Shimada, quien también respalda la división.
El resultado de la votación deberá conocerse el jueves en horas de la tarde.