Seis años y medio después de que comenzó su construcción, el aeropuerto que se levantaba en terrenos del lago de Texcoco yace sobre una deuda de 86 mil 93 millones de pesos que terminará de pagarse en 2047, de acuerdo con los estados financieros del fideicomiso privado que se constituyó para financiar la obra con recursos adicionales a los presupuestarios.
El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) fue enterrado hace más de tres años luego de que una consulta impulsada por la actual administración decidiera su suspensión. La promoción de amparos por parte de la iniciativa privada no prosperó para sacar a flote el proyecto; sin embargo, el endeudamiento contratado para levantar la obra seguirá tomando recursos públicos por al menos 17 años de los impuestos que se cobran a los pasajeros de avión.
Actualmente, lo único firme alrededor del NAICM son las obligaciones financieras que superan el costo del aeropuerto de Santa Lucía ya concluido, e intereses que en sus últimos seis abonos suman 316 millones 200 mil dólares, muestran los informes financieros publicados por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), empresa que tiene bajo su mando la administración del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y que en cierto punto también se encargó de llevar adelante el proyecto de Texcoco.
Con cifras al cierre de 2021, las obligaciones del fideicomiso 80460 –el cual se abrió para financiar una parte del NAICM con recursos privados– ascendían a 86 mil 93 millones de pesos, por arriba de los 82 mil 882 millones reportados en el periodo comparable de 2018, cuando el Consejo de Administración del GACM suspendió la obra debido a “causas de interés general, entre ellas aspectos de planeación, presupuestación y hacendarios”.
En diciembre de 2018, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador negoció la recompra anticipada de mil 800 millones de dólares, de un total de 6 mil millones que comprendían los bonos del fideicomiso para construir el NAICM. Los 4 mil 200 millones de dólares restantes se pagarían a través de la tarifa de uso aeroportuaria (TUA) del AICM en un plazo de 19 años.
Sin embargo, parte de los recursos contratados para financiar al extinto NAICM también sirvieron para dar liquidez a la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), limitado de inicio a los recursos presupuestales, según lo declarado en septiembre de 2019 por el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
No fueron los únicos recursos que del cancelado NAICM pasaron al AIFA. La Auditoría Superior de la Federación documentó que además de los costos de construcción reportados por la Secretaría de la Defensa Nacional respecto de las obras en Santa Lucía, tan sólo en 2020 el GACM le donó acero, material pétreo y cable eléctrico, entre otros materiales, por un monto de 5 mil 675 millones de pesos.
Como saldo, se abultaron los recursos para concluir la obra de Santa Lucía a través de donaciones de material.
Del NAICM –cuya conclusión se tenía prevista al menos para 2024– queda una deuda por pagar al menos los próximos 17 años, a través de los flujos de TUA que se han visto afectados por una caída en el sector aeronáutico, secuela de la pandemia de covid.