Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, hay al menos 59 trabajadores de distintas aplicaciones que han fallecido en la Ciudad de México, afirmó Saúl Gómez, vocero de la organización Ni un Repartidor Menos.
Detalló que la mayoría de los casos son de repartidores de comida que fueron atropellados, pero también hay algunos que fueron acuchillados o heridos con armas de fuego.
Gómez lamentó que los contratos que tienen los trabajadores de este tipo de aplicaciones sólo consideran un seguro de vida que es válido si el trabajador se encuentra en el trayecto para dejar un pedido, pero si sufren un accidente o fallecen justo después de la entrega, ya no cuentan con ningún tipo de protección.
“Son 55 casos que fallecieron atropellados y cuatro fueron apuñalados o les dispararon con un arma de fuego”, explicó.
Se han registrado casos tanto en las alcaldías Iztapalapa y Benito Juárez como en las colonias Condesa y Roma de la alcaldía Cuauhtémoc. “En realidad, no hay una zona donde se diga ‘aquí puedes trabajar seguro’, porque tristemente en toda la ciudad se presentan estos casos. Tanto puede ser un asalto por el robo del pedido, de tu mochila o el vehículo como otras situaciones”.
De los decesos a los que ha dado seguimiento la organización, en ninguno de estos las autoridades han dado una resolución “positiva” para los familiares de las víctimas.
El más reciente es el de un repartidor que fue atropellado por un conductor en estado de ebriedad, quien salió libre. Tampoco permanece ninguna persona detenida en cuanto al resto de las muertes de trabajadores.
“Nunca pasa nada y nos estamos cansando de mesas estériles, de promesas vacías, sobre todo de la ausencia de justicia”, agregó.
La mayor cantidad de casos se han reportado en Rappi, seguido de Uber y Didi, aseguró Gómez, quien propuso, como un mecanismo para otorgar mayores garantías y seguridad social, el eliminar cronómetros para realizar el pedido, así como un pago de seguro social tripartita entre la empresa, el gobierno y el mismo trabajador.