En la inauguración del Aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Zumpango, una decena de comerciantes semifijos aprovecharon para vender adentro y fuera de las instalaciones muñecos, gorras, tazas, camisetas, estampas, fotografías y broches con la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los precios iban entre 50 y 200 pesos. Incluso hubo quien vendió tlayudas junto a una de los accesos a la terminal aérea.
Ana María, de la Alcaldía Iztacalco, compró un pequeño llavero de peluche con la imagen del presidente de México y compartió con La Jornada su opinión sobre la instaciones. “No es lo mismo venir al aeropuerto que verlo en videos. ¡Es perfecto! Me parece excelente que haya un transporte público para llegar hasta acá. Es una obra grandísima y que se hizo en tan poco tiempo”.
Mientras la Banda de Guerra y Orquesta de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) festejaban, algunos usuarios y visitantes hasta se pusieron a bailar, aplaudieron, y algunos lanzaron porras al Ejército Mexicano.
En la periferia del AIFA, algunos conductores de transporte público reclamaron que les permitan ingresar con sus pasajeros. Otros conductores se manifestaron a favor de la nueva obra “porque creará fuentes de empleo”.
Como parte del operativo de la inauguración acudió personal de emergencias con ambulancias. Asimismo, elementos de la Guardia Nacional daban información a la gente sobre las instalaciones.
Janett Mercado y su mamá visitaron por su cuenta las nuevas instalaciones aeroportuarias desde su hogar en Tacubaya. “Hicimos dos horas para conocer el aeropuerto. Es la primera vez que acudimos. Según había combis que salían del World Trade Center, pero no había quién nos asesorara, por eso mejor llegamos en transporte público”.
Eulises Magariño López, su esposa e hija estaban emocionados por conocer la terminal y el Museo Militar de Aviación, donde se exhiben aeronaves de los primeros años de la Fuerza Aérea Mexicana y modernos equipos. Visitaron el recinto paleontológico Quinamétzin, donde está la muestra permanente sobre los restos fosilizados de los mamuts encontrados durante las obras del aeropuerto.
Otros asistentes aprovecharon el paseo para subir a los trenes fijos Presidencial Olivo e Histórico Cultural Estación Santa Lucía, y conocer al centro comercial adjunto a la terminal. “Venimos de Tlalnepantla, estados de México, para ver el nuevo aeropuerto. Hacia falta una obra de este tipo”, dijo muy orondo.