Ciudad de México. Petróleos Mexicanos (Pemex) pierde al año alrededor de 17 mil 280 millones de pesos por el robo de gas licuado de petróleo (LP), siendo la Ciudad de México y Estado de México el principal mercado “alternativo” para la delincuencia organizada que utiliza autotanques clonados para distribuir, señalaron representantes de la industria.
En conferencia transmitida por internet, Carlos Serrano Farrera, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas (Amexgas), señaló que el año pasado se contabilizaron 2 mil 187 tomas ilegales del combustible doméstico, dato que representa un incremento de mil por ciento respecto a 2018, cuando se reportaron 215.
“Es importante señalar que el año 2018 había un promedio de una toma clandestina cada dos días y para el año pasado 2021 se incrementó a cerca de siete tomas clandestinas diarias de intervenciones al ducto principal de Pemex”, dijo el directivo.
En conjunto con la Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADG), Cámara Regional de Gas, Asociación de Distribuidores de Gas LP del Noreste (Asocinor) y la Asociación de Distribuidores de Gas LP del Interior (Adigas) expresaron su preocupación por la inseguridad y riesgos a los que está expuesta la población a raíz del incremento registrado en las tomas clandestinas de los ductos de Pemex y consecuentemente, la distribución ilícita de este producto.
Apuntaron que la situación se ha incrementado después del combate al robo de gasolinas, pues migraron los delincuentes al hurto del gas.
Serrano Farrera resaltó que el 94 por ciento de las tomas clandestinas se concentran en Puebla, estado de México, Tlaxcala y Veracruz, pero 8 de cada 10 se concentran en 18 municipios, por lo que el problema está focalizado.
Al ser inquirido sobre cuál es el costo para la empresa estatal por este ilícito, el directivo señaló que si se toma en cuenta que el precio promedio es de 24 pesos por litro y al mes hurtan 60 mil toneladas —que cada una equivale a mil kilo—, por mes la pérdidas asciende a mil 440 millones de pesos, mientras que por año 17 mil 280 millones de pesos.
Acotó que el año pasado por el robo de gas LP el ducto de mil kilómetros que va de Chiapas hasta Jalisco fue suspendido 146 días, lo cual interrupción el flujo y genera problemas de suministro, tanto para los distribuidores, como para la población.
Los directivos estimaron que de las 60 mil toneladas que se roban en el país, 44 mil van a parar a la Ciudad de México y Estado de México, dato que representa entre el 15 y el 20 por ciento del suministro total.
Luis Landeros, presidente de la ADG, comentó que el robo de gas llega a afectar, además de los estados mencionados, a Hidalgo, Querétaro, Nuevo León, Guanajuato, Chiapas y Tabasco.
Destacaron que la presencia cada vez mayor de los grupos delictivos en la distribución ilícita del producto robado a la empresa estatal utilizan métodos coercitivos y violencia, por lo que existe una competencia desleal, además de afectar al consumidor, al gobierno federal y a las empresas establecidas.
Acotaron que han tomado el control de la distribución que se hace a través de vehículos que son clonados y que llegan exactamente a los puntos.
El sector distribuidor de gas LP estima que existen alrededor de entre 5 y 8 mil autotanques no registrados ante autoridades que cargan en plantas clandestinas.