Madrid. En mitad de la peor crisis energética de la historia reciente, la flota pesquera española completa decidió paralizar su actividad durante las próximas 72 horas en protesta por los altos precios de los hidrocarburos y por el aumento desmedido de la electricidad, que han elevado hasta límites inaguantables los costos de su actividad. Esta protesta su suma al paro nacional de los trabajadores del transporte, que este lunes cumplió los ocho días, y a la manifestación multitudinaria del pasado domingo en Madrid, en el que centenares de miles de personas vinculados a los sectores agrícola y ganadero alzaron la voz ante una crisis que les aboca al cierre de sus empresas y al desabasto de productos básicos en el país. El gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, sigue sin adoptar ninguna medida, si bien se reunió con los representantes de los camioneros después de acusarlos de ser de “extrema derecha” y les ofreció un plan de emergencia de 500 millones de euros en ayudas, que está a la espera de que sea votada por las asociaciones del sector.
La economía española cada vez sufre más degradación y el colapso a raíz de los altos precios de la electricidad y los hidrocarburos. Los motivos de la espiral alcista son diversos y se remontan al año pasado, en el que inició una escalada nunca antes vista que ha llegado a disparar los precios de la electricidad 500 por ciento más que hace sólo un año y medio y se ha llegado a pagar el megavatio hora (MWh) en hasta 700 euros en el mercado mayorista. El precio de los hidrocarburos afecta sobre todo en el aumento del costo de la gasolina, que ya supera los dos euros el litro, es decir, más del doble que hace un año. Y, como consecuencia de ello, la inflación acumulada en los últimos ocho meses supera ya 7.5 por ciento.
Ante esta situación, las 200 cofradías de pescadores que están diseminadas en toda España, que aglutinan a su vez a más de 40 afiliados y 9 mil dueños de embarcaciones, decidieron paralizar su actividad hasta el próximo jueves, ante el “momento gravísimo” que vive el sector y ante el riesgo real de que tengan que suspender su trabajo ante la falta de rentabilidad. Algo parecido a lo que han denunciado desde sus respectivas trincheras los trabajadores del transporte, los agricultores y los ganaderos.
La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores justificó la medida como una protesta ante la inacción del gobierno para resolver los altos precios del combustible y la energía eléctrica, así que la ausencia de un plan de rescate en el que se utilicen los fondos europeos aprobados para superar la crisis estructural generado por la pandemia.
A la flota pesquera en paro, se suma el octavo día de lucha de los trabajadores del transporte, que en esta jornada hicieron una serie de movilizaciones pacíficas, como circular a baja velocidad por decenas de carreteras de España o colapsar algunas de las entradas a las principales ciudades del país. Por ejemplo, en Sevilla las colas de las vías de acceso a la ciudad superaron los 20 kilómetros. A lo que hay que añadir que en algunos supermercados ya se empieza a registrar el desabasto de productos básicos, como harina, leche y los derivados de la industria cárnica, animal y de la pesca.