El mundo vive momentos de incertidumbre. Es probable que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial no se conjugaran tantas variables negativas. Las razones son ya conocidas: la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania.
Como producto del coronavirus los países más desarrollados crearon dinero artificialmente con el objetivo de evitar una recesión. Pero esta situación generó un incremento de la inflación que se tratará de frenar a través de recortes en la liquidez y el incremento de las tasas de interés.
Ante los desajustes que se presentan con la guerra y el aumento de precios de todo tipo de bienes y servicios, los ahorradores se preguntan cómo cuidar sus recursos. Si se mantienen el dinero bajo el colchón o en el banco, la inflación provocará que cada vez valga menos. Si se invierte en la compra de acciones, los precios pueden bajar sustancialmente. Si se invierten en dólares o en otras divisas también se presentan grandes altibajos dependiendo de la duración del conflicto armado.
Por ello, los inversionistas buscan activos de refugio o de protección, entre los que se encuentran el oro y los bienes inmuebles. La compra de oro se puede hacer directamente en instituciones bancarias o a través de instrumentos financieros vinculados con este metal, pero los latinoamericanos tenemos una participación menor en este mercado.
En cambio, la adquisición de inmuebles es una de las inversiones más seguras, ya que difícilmente la tierra baja de valor y regularmente se aprecia por encima de la inflación. Sobre este tipo de inversión, Pedro Gilberto Fuentes Hinojosa, con una gran trayectoria en el sector y líder de Fuentes de las Lomas, un proyecto de lujo con 350 mil metros cuadrados de terreno y un parque central de 80 mil metros cuadrados, ubicado en la zona poniente de la Ciudad de México, nos dice que al comprar un inmueble hay que considerar los siguientes elementos: ubicación del desarrollo, seguridad ante la delincuencia, vías de comunicación adecuadas, áreas verdes y de recreo e infraestructura urbana. Todo esto es lo que les da mayor plusvalía a los desarrollos.
Independientemente de la duración de la guerra y del fin del coronavirus, los vaivenes económicos se mantendrán a lo largo de los próximos años, por lo que hay que proteger el ahorro a través de inversiones seguras.