En algún momento del día de hoy, en el Congreso de la ciudad se habrá de discutir la situación de la alcaldesa suspendida, Sandra Cuevas, y las consecuencias que al parecer provocará que el presidente de la mesa directiva, Héctor Díaz Polanco, en un acto, vamos a dejarlo de inocencia, diera entrada a la petición de licencia de la señora Cuevas, cuando ya estaba suspendida.
La sesión será por demás interesante y larga, se habrán de discutir 90 puntos, si el tiempo alcanza, y tal vez por ahí del mediodía estalle el caso Cuevas que habrá de registrar puntos inéditos en la contienda legislativa.
El asunto es que el jueves 17 pasado, la mesa directiva del Congreso dio entrada al comunicado de la Fiscalía General de la ciudad que informa que Sandra Cuevas y otras cinco personas “fueron vinculadas a proceso, razón por la cual subsisten las medidas cautelares que les fueron impuestas, entre otras, la establecida en el numeral 156 fracción X del Código Nacional de Procedimientos Penales, consistente en la suspensión temporal del ejercicio del cargo al haberse atribuido un delito cometido por servidores públicos, lo anterior durante todo el tiempo que dure el procedimiento, y hasta en tanto se resuelva en definitiva el presente asunto”.
Queda claro como se puede leer, que la alcaldesa esta suspendida y por lo tanto no puede pedir permiso a un cargo al que esta imposibilitada por ley.
Sin que pudiera caber la confusión, el día 16 entra al Congreso el aviso mediante el cual la funcionaria en Cuauhtémoc “comunica su ausencia temporal al cargo”, lo cual podría interpretarse como un acto congruente con la suspensión que el 14 de marzo, dos días antes, le dictó una jueza.
Pero no es así, Cuevas, con la inocente colaboración de Díaz Polanco tendió una trampa que quedará al descubierto en la misma sesión, la cual, como dijimos, tendrá matices más que interesantes.
Se supone que hoy, muy temprano, la gente de Morena habrá de buscar una buena negociación con los opositores para que el punto marcado con el 16 en el orden del día no se discuta, pero hay que decir que la noche del lunes aún no había ningún intento serio para alejar el problema de la discusiones de hoy.
Por el bien de la alcaldía que es el corazón de la ciudad, Sandra Cuevas debería abandonar el cargo, ya sea empujada por la ley, ya sea con permiso definitivo o para no seguir perjudicando a los habitantes de la demarcación, aunque a decir verdad, lo mejor de todo sería impedirle no a ella, sino a su mentor, Ricardo Monreal, avanzar sobre la Ciudad de México, eso sería lo ideal para todos, incluyendo a la oposición.
De pasadita
Hay que dejar muy claro que la construcción y ampliación de las vialidades que llevan al aeropuerto Felipe Ángeles no estaban a cargo de quienes construían el aeropuerto.
Ni el gobernador del estado de México ni el de Hidalgo cumplieron con el objetivo, menor, de adecuar los caminos que llevan al AIFA.
A la salida de la Ciudad de México, rumbo a Pachuca, las condiciones de las vialidades durante muchos años han sido deplorables, y ahora se le añade la interminable labor de mucha gente que parece que esta trabajando en la ampliación de la carretera.
Pareciera como la penitencia de Penélope que tejía de día para destejer de noche. Desde hace más de dos años hay trabajos que no terminan, y qué decir de Hidalgo, donde aparentemente no se ha movido una sola piedra para que se posibilite el traslado de la gente de los municipios cercanos al AIFA. Total, tache a los dos.