Brasilia. El juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, quien ordenó suspender la aplicación de mensajes Telegram revirtió ayer su decisión, después que la compañía cumplió las órdenes judiciales que motivaron el bloqueo y detalló una serie de medidas para combatir la desinformación.
El cese de esta plataforma clave para la estrategia electoral del presidente Jair Bolsonaro no llegó a ponerse en práctica, y Telegram funcionó normalmente el fin de semana. Tras el anuncio, el fundador de Telegram, el ruso Pavel Durov, ofreció disculpas a la corte y dijo que los incumplimientos que motivaron el bloqueo se debieron a un “problema de comunicación” por e-mails traspapelados.
Según Moraes, la empresa informó haber adoptado varias medidas para combatir la desinformación, entre ellas la vigilancia “manual” de los 100 canales más populares de Brasil, la posibilidad de señalar publicaciones específicas de éstos como imprecisas, la restricción de perfiles que diseminen desinformación y la promoción de informaciones verificadas.