Luego de dos años y medio de haber empezado la construcción, hoy se inaugura el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en el estado de México, obra emblemática y un logro importante del gobierno federal que marca un nuevo rumbo en la conectividad aérea del país y que ayudará al sector para incrementar sus operaciones.
La nueva terminal aérea de pasajeros –con un costo de 75 mil millones de pesos, de acuerdo con el Ejecutivo– generó 162 mil empleos en los 880 días que ha durado su edificación, bajo el control, dirección y supervisión de 195 ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Construir el AIFA implicó cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, obra insignia de Enrique Peña Nieto, cuyo precio se estimó en 300 mil millones de pesos. Una de las primeras promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador fue que no continuaría esa obra, pues acusó que estaba plagada de corrupción.
Tras una consulta convocada por él en octubre de 2018, ganó la opción de un aeropuerto civil en la base aérea militar de Santa Lucía, mantener el Benito Juárez, así como ampliar las operaciones en el de Toluca. Como presidente electo, dijo que el anuncio formal de la cancelación de obras –que costó 100 mil millones de pesos– se haría cuando tomara posesión.
De esta manera, hoy entra en operación un aeropuerto construido en una superficie de 384 mil 128.16 metros cuadrados con una fachada de mil 96 metros lineales. Atenderá a 19.5 millones de pasajeros y realizará 119 mil operaciones al año. La torre de control, de 88 metros de altura, contará con un sistema de aproximación ILS CAT III que hará posible despegues y aterrizajes simultáneos en todas las pistas, incluso en medio de la niebla más cerrada.
Ubicado a 35 kilómetros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el AIFA es, de acuerdo con información oficial, “sustentable, ecológico, resiliente, intrínsecamente seguro, funcional y racional, de simplicidad en su diseño; fue fácil de construir, sin estructuras costosas o desafiantes y con un diseño que es reminiscente de la arquitectura mexicana”.
Tiene siete accesos y entrada de luz natural mediante 55 mil metros cuadrados de fachada de cristal con control solar. En el edificio principal hay 80 mostradores para que los pasajeros documenten en cinco islas, 86 quioscos de autoservicio y 20 mostradores para el registro de equipaje. También hay siete islas en donde se reclamarán las maletas.
Cuenta con equipos de inspección que usan tomografía computarizada en equipaje de mano y calzado, escáner corporal, así como filtros de seguridad con reconocimiento facial para agilizar el abordaje.
Las tarifas para volar desde el AIFA a Monterrey por Viva Aerobus, que operará ese destino, van de 2 mil 379 pesos a 3 mil 279, según el horario y sin incluir la tarifa de uso aeroportuario (TUA), mientras ese mismo viaje desde la terminal capitalina cuesta desde 2 mil 792 hasta 3 mil 392 pesos, depende del día que se compran los boletos.
Volaris operará los itinerarios para Cancún y otro a Tijuana. Para hoy si salen del AIFA costaron, el primero, desde 2 mil 404 hasta 4 mil pesos y el segundo, para mañana, mil 857. Desde el actual se cotizaban entre 2 mil 961 y 3 mil 450 pesos. Aeroméxico, por ejemplo, anunció dos rutas, a Villahermosa y Mérida, con precios de mil 708 y mil 647 pesos, hasta 2 mil 200 pesos cada uno sin incluir la TUA. Sin embargo, si los pasajeros decidieron volar desde el aeropuerto capitalino desembolsaron entre 4 mil 360 y 2 mil 707 pesos.
Para facilitar la conexión del AIFA, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes informó en su momento que se construían carreteras interconectadas que incluyen tres autopistas, una vialidad principal de seis kilómetros y se trabaja en una conexión del Tren Suburbano, que irá de Lechería hasta la terminal aérea.