Kiev. Rusia lanzó ayer un ultimátum a las tropas ucranias en la ciudad portuaria Mariupol para deponer sus armas a las 5:00, hora local de este lunes (9 de la noche de ayer en el centro de México), exigencia que, hasta el cierre de la edición, Kiev persistía en rechazar.
Esto tras una jornada en la que las tropas rusas redoblaron su bombardeo sobre ese importante puerto, y en la que las autoridades ucranias acusaron que un ataque ruso destruyó una escuela de arte utilizada como refugio de cientos de civiles.
“Bajen las armas”, emplazó el coronel general Mijail Mizintsev, director del Centro Nacional Ruso para la Gestión de la Defensa, en un artículo distribuido por el Ministerio de Defensa.
“Se ha desarrollado una terrible catástrofe humanitaria. Todos los que depongan las armas tienen garantizado un paso seguro fuera de Mariupol”, sostuvo el general. Añadió que los civiles tendrán la libertad de elegir si se quedan o se van.
La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, declaró que Kiev ya le había dicho al Kremlin que “no puede hablarse de rendirse y deponer las armas”. Calificó el comunicado ruso como una “manipulación”.
Al condenar el bombardeo a la escuela de arte, el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, dijo que infligir “algo así a una ciudad pacífica (...) es un acto de terror que se recordará incluso en el próximo siglo”, y aseguró que ese ataque es un “crimen de guerra”.
Un asesor de Zelensky informó que no habrá ayuda militar inmediata para el asediado puerto, ya que las fuerzas más cercanas para asistir tenían problemas para hacer frente a las tropas rusas al menos a 100 kilómetros de distancia.
La ciudad estratégica en el mar de Azov ha sufrido uno de los bombardeos más intensos desde que Rusia comenzó su ofensiva militar en Ucrania el 24 de febrero. Muchos de sus 400 mil habitantes siguen atrapados en la ciudad con poca o sin comida, agua y electricidad.
Ucrania tiene hasta a las 5:00 horas de Moscú para responder por escrito a la oferta sobre corredores humanitarios y deposición de armas, señaló el general Mizintsev.
Los dos bandos beligerantes se han culpado mutuamente por no haber abierto corredores humanitarios.
Mizintsev afirmó que los “bandidos”, los “neonazis” y los nacionalistas ucranios perpetraron una matanza en la ciudad y denunció que cada día “mueren a manos de los nazis de 80 a 235 ciudadanos inocentes”.
Mizintsev indicó que Moscú no usa armas pesadas en Mariupol y que sus fuerzas evacuaron a 59 mil 304 personas de la ciudad, pero que 130 mil civiles permanecen allí como “rehenes efectivos”. Señaló que 330 mil 686 personas habían sido evacuadas de diversas ciudades ucranias por Moscú desde el inicio de la ofensiva.
El ayuntamiento de Mariupol acusó en su canal de Telegram que varios miles de residentes fueron “deportados” a Rusia durante la última semana. Un grupo de niños, en su mayoría huérfanos, que estaba bloqueado en una clínica de esa ciudad portuaria fue evacuado a una zona en manos de los separatistas prorrusos en el este del país, informaron familiares.
El ejército ruso bombardeó ayer una escuela de arte donde se refugiaban unas 400 personas en la ciudad asediada de Mariupol, afirmaron las autoridades ucranias.
Es la segunda ocasión en menos de una semana en la que el gobierno municipal informa de un ataque a un edificio público donde se refugiaron civiles de los ataques. Una bomba golpeó el miércoles un teatro del puerto donde se cree que había mil 300 personas.
En un primer momento no había noticias de bajas del ataque reportado a la escuela de arte. Rusia no reaccionó sobre este bombardeo. Las autoridades ucranias no han dado información sobre la búsqueda de sobrevivientes en el teatro desde el viernes, cuando indicaron que al menos 130 personas fueron rescatadas.
Las autoridades locales dijeron que el asedio ha matado al menos 2 mil 300 personas, algunas de las cuales tuvieron que ser sepultadas en fosas comunes, mientras que 40 mil han huido del puerto, lo que equivale a diez por ciento de su población.
En los últimos días, las fuerzas rusas se han abierto paso hasta la ciudad, la han aislado del mar de Azov y han devastado una enorme planta siderúrgica. La caída de Mariupol sería una importante, pero costosa victoria para los rusos, que han visto la mayor parte de sus avances frenados en otras grandes ciudades tras más de tres semanas de la mayor ofensiva terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.