Madrid. El Frente Polisario aseveró ayer que el apoyo de España al plan de autonomía marroquí no cambia el hecho de que desde el punto de vista del derecho internacional, el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo para el que se debe completar un proceso de descolonización.
“El Sáhara Occidental no es marroquí, según el derecho internacional, y la decisión sobre la soberanía del mismo reside exclusivamente en el pueblo saharaui, liderado por su único represenante legítimo, el Frente Polisario”, sostuvo su líder, Brahim Ghali.
Manifestó su “sorpresa” por la “extraña” posición del gobierno español, y dijo que esto “no varía la naturaleza legal del conflicto ni afecta a la voluntad del pueblo saharaui de seguir con su lucha”.
El mensaje del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al rey marroquí, Mohamed VI, “no cambia el estatus legal del Sáhara Occidental, considerado territorio no autónomo”, y “tampoco varía la voluntad del pueblo saharaui de construir un Estado independiente en todos los territorios ocupados”, advirtió la portavoz de la presidencia de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, Nana Labat Rachid, en declaraciones a la prensa argelina.
Rachid subrayó la “división” en el panorama político español ante la “decisión unilateral” de Sánchez y afirmó que éste tendrá que “rendir cuentas” ante el Parlamento, donde la causa saharaui tiene apoyo.
Atribuyó el cambio de postura al “chantaje” de Marruecos y su “constante amenaza de inundar Madrid de indocumentados. Parece que el chantaje marroquí es más importante que la ley en España”, resaltó, de acuerdo con la agencia de noticias argelina APS.
El Frente Polisario informó que sus milicias lanzaron proyectiles contra efectivos marroquíes apostados en el muro de separación levantado en el Sáhara Occidental.
Marruecos levantó la barda para impedir las incursiones de las milicias del Frente Polisario, con el que está en guerra abierta desde noviembre de 2020 tras el paréntesis del alto el fuego firmado en 1991.
Marruecos reinstaló ayer a su embajador en España, poniendo fin de manera efectiva a una disputa de 10 meses entre los dos vecinos mediterráneos.
Pero la medida abrió un nuevo frente diplomático para España con Argelia –su otro vecino del norte de África– proveedor crucial de gas natural y enemigo regional de Marruecos, que retiró a su embajador en Madrid en protesta.
El Sáhara Occidental, vasto territorio en gran parte estéril pero rico en fosfatos y frente a fértiles caladeros en el Atlántico, es disputado entre Marruecos, que lo anexó en 1976, y el movimiento independentista Frente Polisario.
