Milán. El gigante energético italiano Enel estimó este lunes que la medida recientemente anunciada por Italia de gravar las ganancias extraordinarias de las empresas de energía podría tener un impacto “insignificante” sobre el grupo.
El monto sería de unos 10 millones de dólares, “casi cero, insignificante”, explicó el director ejecutivo de Enel, Francesco Starace, a Bloomberg TV.
El primer ministro Mario Draghi anunció el viernes que el nuevo impuesto del 10 por ciento a “las ganancias extraordinarias” de los productores de energía, será redistribuido a “empresas y familias que están en grandes dificultades” económicas.
El grupo explicó que los contratos a término garantizan precios fijos por dos años, por lo que la empresa está protegida de las fluctuaciones de los precios, y “por lo tanto no registramos beneficios adicionales por la volatilidad” del mercado, dijo.
En cambio el grupo italiano de hidrocarburos Eni consideró “prematuro” calcular una cantidad precisa, aunque un portavoz dijo a la AFP que podría llegar “a cientos de millones de euros”.
El dinero recaudado gracias a este nuevo impuesto ayudará a financiar un paquete de medidas de cuatro mil 400 millones de euros (cuatro mil 800 millones de dólares) destinado a paliar el repunte de los precios de la energía para hogares y empresas.
Será aplicado un previo impuesto de 10 por ciento sobre las ganancias “adicionales” obtenidas entre octubre de 2021 y marzo de 2022, en comparación con las ganancias obtenidas en el mismo periodo del año anterior.
Enel registró un beneficio neto en 2021 de tres mil 190 millones de euros (tres mil 516 millones de dólares), mientras que el grupo italiano de hidrocarburos Eni obtuvo cinco mil 820 millones de euros.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann, se mostró favorable a una subida provisional de los impuestos a las empresas energéticas con el objetivo de financiar medidas que alivien a los consumidores, afectados de lleno por la escalada de los precios, que se ha visto acentuada por la guerra en Ucrania.
“La volatilidad de los precios del gas en Europa está totalmente fuera de control”, lamentó Starace, quien está a favor de un mecanismo para “controlar y regular los precios durante al menos doce meses”.
Enel, que es propiedad del Estado italiano en 23.5 por ciento y opera tres plantas de energía térmica y dos parques eólicos en Rusia, no descarta “detener las inversiones”, “reducir su exposición” o “abandonar” ese país, dijo Starace.
Eni, controlada en 30.3 por ciento por el Estado italiano, anunció a principios de marzo, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que va a vender su participación de 50 por ciento en el gasoducto Blue Stream, que posee a partes iguales con el gigante ruso Gazprom.