Los trabajos de construcción de vías y otras obras de infraestructura para el nuevo trazo del Tren Maya podrían causar daños graves en el sistema de cenotes y ríos subterráneos que existe en la región, especialmente en las zonas aledañas a Tulum, donde han sido encontrados al menos 10 de los restos fósiles humanos más antiguos de todo el continente.
Octavio del Río, colaborador del Instituto Nacional de Antropología e Historia y especialista en investigaciones de arqueología submarina, advirtió que el suelo de la mencionada región es poroso y frágil, por lo que excavar y rellenar huecos para la colocación de pilotes aceleraría el proceso natural de erosión.
En entrevista con La Jornada, el experto señaló que la nueva ruta que seguirá el tren a la altura de Tulum, con una desviación de entre 500 metros y 3.5 kilómetros selva adentro con respecto al trazo original, pasará justamente sobre la zona donde se encuentra el sistema de ríos subterráneos más largo del mundo, cuya longitud se calcula en unos mil kilómetros.
Ubicados en la región que alberga la falla geológica de Holbox, los mencionados ríos están a una profundidad de apenas 10 metros en promedio y contienen una mezcla de agua dulce y salada que ha generado una erosión natural en el suelo, cuyo resultado más visible son los cenotes, que hasta la fecha se siguen formando.
Es en dicha área donde Del Río encontró en 2002 los restos fósiles de una mujer de 25 años que fue bautizada como Eva de Naharon –por el nombre del sistema de ríos subterráneos donde fue hallada–, quien habría habitado la zona hace unos 13 mil 600 años, durante el tránsito del Pleistoceno al Holoceno, que marcó el fin de la era del hielo.
Luego de realizar nuevas exploraciones en la región, indicó el experto, se ha encontrado un total de 10 cuerpos de habitantes de esa época, que son los restos fósiles más antiguos de todo el continente americano.
En el periodo en que vivieron, las cuevas estaban secas y eran un lugar donde los seres humanos podían resguardarse de las inclemencias del tiempo y de la megafauna, además de realizar hogueras para calentarse y cocinar sus alimentos.
A decir del investigador, esta zona es la que se vería afectada por el nuevo trazo del Tren Maya, lo cual en última instancia dañaría los cenotes y el sistema de ríos subterráneos del que se abastecen diversas especies animales y vegetales de la península de Yucatán.
“Para la construcción del Tren Maya se tendría que colocar algún tipo de cimentación, rellenar o poner pilotes en estas oquedades del suelo, que es donde viajan los ríos. Se tendrían que poner polines o puntales de concreto en un sitio que tiene agua prístina y puede albergar más vestigios históricos y paleontológicos”, alertó el especialista.
Del Río señaló que, a pesar de la magnitud de las obras, sigue sin haber estudios concretos sobre los posibles daños en la región por la construcción y el paso del Tren Maya. “No hay modo de saber qué implicarían estos trabajos en una zona por demás frágil, donde habría vibraciones y perforaciones que impactarían el área”.