Santiago. La frustrada visita de la ministra del Interior chilena, Izkia Siches, a la comunidad de Temocuicui, territorio donde ocurre el conflicto entre los mapuches y el Estado, continúa en el ojo del huracán porque en opinión de los indígenas se evidenció el desconocimiento de las formas culturales y los protocolos para una incursión como la referida.
La caravana de unos 12 vehículos, incluida una escolta policial sin distintivos oficiales, avanzaba el pasado martes por un camino rural en la Región de la Araucanía desde la ciudad de Ercilla cuando en las proximidades de Temocuicui la esperaba un retén consistente en un corte de vía con un coche en llamas y desconocidos disparando al aire desde el bosque aledaño. La comitiva maniobró apresuradamente para dar la media vuelta en la estrecha vía y regresó a Ercilla.
El propósito de Siches era visitar la casa y reunirse ahí con la familia de Camilo Catrillanca, un joven mapuche que en 2018 fue asesinado por un carabinero de un balazo en la cabeza por la espalda, cuando conducía un tractor agrícola, y cuyo crimen se intentó encubrir como un enfrentamiento armado por parte de funcionarios policiales y civiles del gobierno de Sebastián Piñera.
Marcelo Catrillanca, el padre de Camilo, reconoció que había aceptado la cita e incluso fue a Ercilla a recibir a la ministra para incorporarse a la caravana; pero después se quejó de que todo se gestó muy rápido, sin las coordinaciones debidas.
Se refería, como manda el protocolo mapuche, a que el lonko (jefe, máxima autoridad de la comunidad), Víctor Queipul Huaiquil, no fue contactado para gestionar la visita. El propio Queipul lo confirmó en declaraciones al medio electrónico Interferencia, cuando dijo que de “ninguna manera” se cumplió el protocolo mapuche y que “si quieren entrar así están muy equivocados. Soy yo el que representa a la comunidad. Eso yo no lo voy a aceptar. En Temocuicui tenemos 16 peñis (hermanos) presos, además de dos menores de edad, es un tema serio. Los asesores están errados, porque no saben con quién deben hablar, dialogan entre ellos. La resistencia de Malleco está viva, presente y activa”, agregó.
Queipul manifestó su voluntad de dialogar con el gobierno chileno, siempre y cuando sea acerca de la restitución de tierras y “la deuda histórica del Estado” con el pueblo mapuche. “Si quieren dialogar, yo estoy dispuesto, que venga (el presidente Gabriel) Boric, pero para establecer un diálogo serio. Pero que hablen con las autoridades ancestrales que corresponde, que hable conmigo. Los puedo recibir, a Boric y a la ministra Siches, pero para tratar de derechos, de territorio (por devolver), pero que no nos vengan a decir que somos ladrones de madera o narcotraficantes, lo que queremos nosotros es restituir nuestro territorio. Si hablamos de eso, no tengo ningún problema”.
Pedro Cayuqueo, periodista y escritor mapuche que en nueve libros ha rescrito la historia ancestral de su pueblo, se refirió a lo sucedido con Siches, en una entrevista con la radio de la Universidad de Chile:
“Hay un conflicto intercultural profundo entre dos sociedades que no se conocen. El mundo mapuche corre con ventaja porque conocemos bastante la sociedad chilena y sus códigos –algunos no los comprendemos, pero los aceptamos–; mientras la sociedad chilena desconoce por completo nuestros códigos culturales, son básicamente ineptos interculturales, y éste es un gran problema que tiene de fondo el conflicto”.
Agregó que “tratar de armar una reunión a lo ‘compadre’ (improvisado) con un miembro de una comunidad en conflicto –con todo el respeto que merece el peñi Marcelo Catrillanca, a quien conozco personalmente, él no es un lonko en ese territorio–.
“Entonces, cuando la segunda autoridad en importancia del Estado (la ministra del Interior), acude a un territorio indígena particularmente a una zona en conflicto, tiene que desarrollarse ahí una serie de protocolos que son propios de la diplomacia mapuche y eso no sucedió para nada. En este caso se advirtió un secretismo en la agenda de la ministra que es completamente anticultural mapuche”.
Mientras, el senador Francisco Huenchumilla, también de ascendencia indígena, comentó que si bien “todo el mundo en la Araucanía esperaba la visita del gobierno”, y que es especialmente significativo que ello sucediera en el segundo día del gobierno de Boric, hizo ver que “Temocuicui es una comunidad especial, de mucha lucha, de tradición centenaria, que tiene sus propias complejidades internas, de liderazgos muy fuertes, entonces una visita ahí requiere de preparación, no se puede improvisar.
“En la cultura mapuche, cuando se trata de encuentros con autoridades, hay pautas y las jerarquías deben establecer a qué va, cuáles son sus propósitos y sus objetivos, con quién va y, por lo tanto, hay una conversación previa para fijar los términos de ese diálogo, no sé si eso se hizo o no, pero ahí algo falló.”