Buenos Aires. La aprobación en el Senado con el voto favorable de 56 parlamentarios, 13 negativos y tres abstenciones, del proyecto de ley con las condiciones para refinanciar la deuda adquirida en 2018, por 44 mil millones de dólares, entregados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al gobierno de Mauricio Macri, fue destacada en el mensaje del presidente Alberto Fernández anoche y anunció que se tomarían medidas para enfrentar la situación y controlar la inflación, y que éstas comenzaron a cumplirse con la creación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, para blindar el costo de la tonelada, así como modificar el esquema de las retenciones de los productos derivados de la soya, como el aceite y la harina.
Funcionarios del FMI informaron que se extendió hasta el día 31 de marzo el plazo a Buenos Aires para cumplir con los pagos de capital e intereses que vencían el lunes y martes próximos, de acuerdo al préstamo concedido a Macri en 2018, que equivale a unos 2 mil 800 millones de dólares. El directorio del ejecutivo de la entidad financiera internacional se reunirá el viernes para resolver el programa de respaldo al acuerdo, cumpliendo con un pedido de prórroga de vencimientos del Ministerio de Economía.
Los decretos que se anunciaron ayer tratan de reducir el impacto social del incremento al precio internacional del trigo, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, países que concentran 29 por ciento de las exportaciones del cereal. El alza en las cotizaciones globales produciría un fuerte impacto en el precio de la harina y el pan. El Fondo Estabilizador estará bajo control del Ministerio de la Producción, cuyo titular es Matías Kulfas, y se financiará con el aumento de las retenciones al aceite y la harina de soya de 31 a 33 por ciento anunciados ayer, que no se trata de un incremento al precio sino de la suspensión, hasta fin de año, del decreto que hace unos meses firmó Fernández, bajando esas retenciones de 33 por ciento impuesto por Macri a 31 por ciento, para promover la industrialización agropecuaria.
Esto lo confirmó hoy el Ministro de Agricultura Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, quien reiteró que esta medida alcanza a 11 empresas comercializadoras de soya, de las cuales ocho son responsables de 95 por ciento de las exportaciones. La medida implicará para el Estado un ingreso extra de 400 millones de dólares que son en realidad “gigantescas ganancias adicionales que se están embolsando, sin ningún esfuerzo, los empresarios agrarios desde el comienzo de la guerra en Ucrania”.
Las quejas y amenazas de la poderosa Sociedad Rural no se hicieron esperar después de haber aceptado ese 33 por ciento impuesto por Macri.
Estatus de la política oficialista
“El acuerdo con el FMI puso en primer plano las diferencias en el Frente de Todos (FdT), pero probablemente las medidas para frenar la inflación serán las que determinen su futuro (…)
“Por un desfiladero endiablado es la ruta a la que parece predestinado este gobierno; deberá avanzar entre el abismo de una inflación descontrolada y el precipicio que implican las tendencias a la dispersión que dejó en el FDT el acuerdo con el acreedor internacional. La inflación amerita medidas fuertes y la aplicación de éstas requiere el respaldo de una fuerza política unida”, señaló Luis Bruchstein en su columna en Página 12.
Agregó que “la altísima inflación de febrero no incluía los efectos de la guerra en Ucrania ni las primeras semanas de marzo”.