Madrid. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia informó que llamó a consultas “con efecto inmediato” a su embajador en España, Saïd Moussi, tras el viraje radical del gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, que afecta directamente a la ex colonia española del Sahara Occidental, pues ahora Madrid respalda la vía de solución propuesta de Marruecos de convertir la región en disputa en una autonomía bajo ocupación del Estado marroquí.
La decisión de Sánchez, adoptada sin consultar a nadie, provocó críticas dentro del gobierno de coalición y en la oposición, ya que este cambio supone una enmienda total a la postura de 46 años, en los que se alineó con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que reconoce el derecho del pueblo saharui de decidir su futuro vía referendo.
El gobierno de Argelia, presidido por Abdelmajid Tebboune, expresó su malestar y llamó a consultas a su representante diplomático, que es el paso previo a la ruptura de las relaciones diplomáticas.
En un comunicado, la cancillería argelina calificó de “segunda traición histórica” la decisión de Sánchez, al considerar que la primera fue el acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1975, cuando se cedió lo que fue la antigua colonia española a los Estados de Marruecos y Mauritania, sin tomar en cuenta la voluntad del pueblo saharaui que desde entonces comenzó la lucha por su autonomía y por mantener identidad cultural y territorial.
Una solución bilateral
El gobierno sigue sin explicar la decisión, pero con ella se resolvió en parte el conflicto que había con Marruecos en la política migratoria, agravada con las últimas incursiones masivas de migrantes subsaharianos en las fronteras de Ceuta y Melilla, pero a cambio se abrió una crisis diplomática con Argelia, que es proveedor de gas a España.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, se limitó a contestar en una breve rueda de prensa en Barcelona que “Argelia es un socio fiable y es una asociación estratégica que está llamada a perdurar en el tiempo”. Aseguró que el cambio de posicionamiento de España en el conflicto del Sahara Occidental permitirá tener “una relación buena y estable con Marruecos”, que se ha comprometido a “colaborar en el combate a las mafias de trata de personas y contra la migración ilegal”.
Moussi lleva sólo dos meses en el cargo, después de que el gobierno argelino decidió cambiar a su anterior representante diplomático, Toufik Milat, en lo que se explicó como un reajuste de su política exterior ante la ruptura definitiva de las relaciones diplomáticas con Marruecos en agosto pasado, precisamente por el conflicto del Sahara y por el apoyo que brinda el Estado argelino a la causa del pueblo saharaui.
Ante el deterioro de las relaciones bilaterales entre los dos países del norte de África, Argelia decidió no renovar el contrato de explotación del gasoducto que transporta el combustible desde el Magreb a Europa.