El conflicto entre Rusia y Ucrania debilita aún más la recuperación de la economía mexicana, pues el nivel inflacionario se mantendrá elevado e impactará a las finanzas públicas, principalmente por los subsidios destinados a los energéticos, señaló Citibanamex, grupo financiero que ajustó el pronóstico de crecimiento del país a 1.3 por ciento para este año.
Los analistas redujeron desde 1.7 por ciento su previsión del avance del producto interno bruto (PIB) al reconocer que el riesgo de afectaciones económicas se encuentra en las interrupciones en las cadenas de suministro, aunque subrayaron que los vínculos económicos con la nación europea y México son pequeños.
“Las disrupciones en las cadenas de suministro, el menor comercio mundial en general y los efectos negativos sobre la demanda interna de una mayor inflación y tasas de interés más elevadas probablemente resulten en un ritmo de recuperación económica más moderado.”
Indicaron que muchas exportaciones mexicanas dependen de la importación de bienes intermedios, la cual representa alrededor de 80 por ciento de todas las compras al extranjero, por lo que prevén que disrupciones moderadas en las cadenas de valor obstaculicen la producción y las exportaciones en los sectores automotor, electrónico y otros.
La situación se liga con una menor demanda externa, pues la previsión de crecimiento de la producción manufacturera de Estados Unidos, la cual remolca a la mexicana, se ajustó de 3.7 a 3 por ciento para este año.
“Vemos impactos directos limitados de las tensiones geopolíticas sobre la demanda interna, pero una mayor inflación y tasas de interés más altas debilitarán aún más tanto el consumo como la inversión.”
Comentaron que mientras los flujos de remesas siguen registrando máximos históricos y algunos segmentos de la población continúan beneficiándose de los programas sociales, la recuperación del crédito bancario al consumo sigue siendo muy lenta.
Tras recordar que la inversión pública y privada permanece débil, pues el año pasado se ubicó en 18.5 por ciento respecto al PIB, el nivel más bajo desde 1995, las incertidumbres adicionales resultantes del panorama geopolítico, así como las presiones al alza sobre las tasas de interés, deterioran las perspectivas para la inversión.
Apuntaron que la necesidad de reforzar la resistencia de las cadenas de suministro a nivel regional debería “generar incentivos para impulsar la inversión en México, pero seguimos sin ver que el gobierno aproveche estas oportunidades”.
Destacaron que el aumento en los precios internacionales de los combustibles debería generar mayores ingresos petroleros para el país, pero el gobierno federal ha reducido a cero el cobro del impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) aplicado a gasolinas y diésel, además de poner en práctica un subsidio complementario mediante un esquema de compensación de impuestos para estaciones de servicio y distribuidores de combustible.
Consideran que el faltante total de ingresos atribuido a los subsidios a los combustibles es de 1.2 por ciento del PIB, que se traduce en un incremento del déficit público de 0.55 por ciento del PIB respecto al proyectado en el presupuesto.
Citibanamex revisó al alza la expectativa de inflación a largo plazo a 4 por ciento, luego de que estaba en 3.7 por ciento.
La política de precios aplicada a los combustibles por el presidente Andrés Manuel López Obrador beneficia el combate a la inflación, pero sigue siendo insuficiente para contrarrestar otros choques recurrentes y persistentes, dijeron.