Indian Wells. Rafael Nadal jugará este domingo en el Masters 1000 de Indian Wells su cuarta final del año, tras derrotar 6-4, 4-6 y 6-3 a Carlos Alcaraz en el esperado duelo de generaciones entre el máximo ganador de títulos de Grand Slam y el joven de 18 años llamado a ser su sucesor.
Fue un partido muy equilibrado, pero complicado por el fuerte y arremolinado viento que jugó un papel importante, un tercer jugador en contra de ambos.
Nadal, de 35 años, actual cuarto de la clasificación mundial y quien se convirtió en el primer jugador en la historia en llegar a 21 títulos de Grand Slam en el Abierto de Australia este año, respondió los embates de su rival 17 años menor y 19 del orbe.
Un encuentro más que parejo, de efectividad en los servicios, de respuestas inmediatas a los rompimientos, más de éstos para el alicantino que para el mallorquín, quien se vio superado en el segundo set, pero para el tercero echó ma-no de toda su experiencia y resolvió en su favor, después de tres horas y 12 minutos de juego.
Nadal, quien incrementó su racha invicta de inicio de temporada a 20 victorias, la tercera mejor en la historia de la ATP, se enfrentará hoy por el título al estadunindense Taylor Fritz, número 20 de la ATP, quien se impuso a Andrey Rublev, séptimo del orbe, por 7-5 y 6-4, y ahora tratará de convertirse en el primer jugador de su país en triunfar en el desierto californiano desde Andre Agassi en 2001.
Nacido a 160 kilóemtros de distancia de Indian Wells, Fritz selló la clasificación a su primera final de Masters 1000 frente a un frustrado Rublev, quien vio rota su racha de 13 victorias consecutivas.
El ruso, quien partía como favorito, acabó desesperado al punto de herirse la mano derecha con puñetazos contra la raqueta tras perder el primer set en la pista central, donde ondea en lo más alto una bandera de Ucrania en solidaridad con ese país por el conflicto bé-lico con Rusia.
Rublev, de 24 años, ha expresado su oposición a la intervención en Ucrania desde el principio de la ofensiva y en Indian Wells, al igual que el resto de tenistas rusos y bielorrusos, compitió sin bandera ni otros símbolos nacionales.