Minatitlán, Ver., La consulta de revocación de mandato legitimará al Presidente, porque “no es un asunto nada más legal, es un asunto moral, es un asunto político. Para qué sirve un Presidente sin autoridad moral, sin autoridad política. Imagínense, cualquiera tendría la tentación, el atrevimiento de ningunearlo. ¡No!, el Presidente tiene que tener legitimidad, tiene que tener apoyo y respaldo de los ciudadanos”, adujo Andrés Manuel López Obrador.
De la aprobación del decreto para permitirle a él, junto a los funcionarios de su gobierno y a los legisladores afines, promover el ejercicio de revocación, aprovechó para convocar a “que participe la gente, todos, no le hace que vayan a votar en contra mía, pero participemos, porque ya va quedar establecido este método, y así nadie se va sentir absoluto en ninguno de los niveles de la escala.
“Es un ensayo democrático de primer orden, entonces yo invito a todos, el 10 de abril, a participar, a ir a votar, eso deberían de estar haciendo nuestros opositores de manera abierta, todos convocando a participar”.
En otra rueda de prensa cargada de temas, el tabasqueño endureció el rostro, seco y con tono enérgico respondió a Ernesto Zedillo, a quien reprochó la traición a Carlos Salinas de Gortari, haber entregado de un plumazo –a dos empresas estadunidenses– los ferrocarriles nacionales, la matanza de Acteal y haber convertido en deuda pública –con el Fobaproa– los adeudos de banqueros nacionales y extranjeros, además de que “ni siquiera se quedan a vivir en México, cometen sus fechorías y abandonan el país”, reprochó.
La víspera, Ernesto Zedillo, sin citar nombres, acusó a gobernantes populistas por el pésimo manejo de la pandemia.
López Obrador tomó nota y la emprendió subrayando su vocación y creencia política: “No les parece a ustedes que es populismo rescatar a los de arriba, a costa del sufrimiento de los de abajo. Saben que todos estos tecnócratas consideran que lo poco que se destina a los pobres es populismo, es paternalismo, y lo mucho que se destina a los potentados es fomento o rescate. Nosotros tenemos una idea distinta, por eso me llena de orgullo ser diferente a esas personas, y por eso digo no somos iguales, y está muy bien definir. Son dos campos, dos proyectos distintos, contrapuestos, de nación y por eso ni me enoja que gente como Zedillo o (Felipe) Calderón o (Enrique) Krauze o (Héctor) Aguilar Camín, el Washington Post o el New York Times, el Financial Times, es un timbre de orgullo, me llena de satisfacción. Si estuviesen a favor de nosotros, entonces sí me preocuparía, diría ¿qué está pasando?”.
Y de la crítica de aquél por el manejo de la pandemia, López Obrador fue más incisivo: “¿Cuál ineficiencia en el manejo de la pandemia?, a ver, pongan los datos, porque hay que aclarar todo sobre los fallecidos en México con la pandemia; es muy triste, fallecieron muchos mexicanos con la pandemia, pero aunque esto es de mal gusto y triste, ayuda a entender para contestarles a estos corruptos neoliberales, deshonestos, de lo que él dice, mal manejo de la pandemia.
“Para empezar, México es de los 10 países con más vacunas aplicadas en el mundo, somos el lugar 10, porque a diferencia del gobierno de Zedillo, caracterizado por la corrupción, hemos ahorrado y tenemos presupuesto y compramos vacunas, 45 mil millones de pesos en vacunas. Y levantamos del suelo como nos habían dejado los hospitales, equipos, para la atención”.
No obstante, en el terreno político, sus adversarios han adelantado que presentarán una controversia constitucional para echar abajo el decreto que permite a los funcionarios públicos hacer campaña a favor de la revocación de mandato.
El mandatario se comprometió a que, de ser aceptado ese mecanismo legal en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo acatará sin reservas. “Si se impugna el decreto, nosotros vamos a acatar”, repuso.
Y solicitó a su secretario de Gobernación, Adán Augusto López, exponer su postura sobre el tema: “Todo decreto, pues, es impugnable, apenas ayer que se publicó conocí el contenido de la iniciativa y de lo aprobado, desde nuestro punto de vista, no hay manera de que legalmente pueda proceder la impugnación, pero pues están en su derecho los ciudadanos, los partidos políticos, de presentar las impugnaciones”.
El Presidente se dijo convencido de que no se puede gobernar sin apoyo de los ciudadanos: “El proceso de revocación de mandato es un avance importante para que el ciudadano califique y decida si el gobernante lo está haciendo bien o no. Es lo más importante que se ha aprobado en estos tiempos. Aprovecho para que todos ayudemos, y una vez que vayan dándose a conocer los sitios, y ya se corre la voz, informemos dónde van a estar las casillas para asistir, participar de manera libre, decidir si quieren que yo continúe o que renuncie”.
(Con información de Fabiola Martínez)