Brasilia. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, recibió ayer en Brasilia la Medalla al Mérito Indigenista, y lo hizo con un tocado tradicional indígena a base de plumas (cocar), hecho que muchos activistas del movimiento de pueblos originarios consideraron ofensivo. Bolsonaro insistió en que los indígenas “cada vez son más iguales” a los blancos.
Con el cocar con el que ha declarado sentirse “muy feliz”, ha insistido en que somos exactamente iguales. Todos vinimos a la Tierra por la gracia de Dios. Cada vez somos más iguales”, afirmó.
El mandatario quiere que los indígenas hagan en sus tierras “exactamente lo que nosotros hacemos en las nuestras”, en referencia a los proyectos de ley que el gobierno defiende para que la minería o la agricultura puedan permitirse dentro de las reservas de asentamientos originarios.
El Ministerio de Justicia tomó la decisión de conferir a Bolsonaro la distinción, un galardón creado en 1972 para destacar el compromiso de quienes luchan por los derechos de los pueblos indígenas brasileños, y con ello creó una fuerte polémica.
Los premiados suelen ser personas que actúan por el bien de las comunidades nativas, mientras el mandatario es criticado de manera frecuente por promover la explotación económica de sus territorios.
La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) anunció que recurrirá a la justicia para anular el homenaje, y el ex presidente de la Fundación Nacional del Indio, Sydney Possuelo, quien fue premiado hace 35 años, devolvió la medalla en protesta por el reconocimiento dado a Bolsonaro.
Sonia Guajajara, coordinadora de la APIB, consideró este miércoles “absurda” la condecoración y aseguró que esa asociación intentará anularla en los tribunales.
También la primera diputada indígena de Brasil, Joenia Wapichana, manifestó su “repudio” al jefe de un gobierno que lleva tres años “de muchos retrocesos y ataques a los derechos de los pueblos originarios”.
También fueron condecorados una veintena de colaboradores de Bolsonaro, entre ellos el ministro de Justicia, Anderson Torres, que impuso la medalla al jefe del Ejecutivo federal, así como a los titulares de Agricultura, Tereza Cristina; al de Infraestructura, Tarcísio Gomes, y al de Defensa, Walter Braga Netto.
En tanto, el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, ordenó suspender el servicio de la aplicación de mensajería Telegram en el país sudamericano, por considerar que no ha colaborado con las autoridades.
La decisión es un golpe para el presidente Jair Bolsonaro, quien tiene más de un millón de seguidores en la plataforma y cuenta con ella para relegirse en octubre.
De Moraes estableció que Telegram desatendió repetidamente requerimientos de las autoridades brasileñas, incluida una solicitud de la policía para bloquear perfiles y proporcionar información vinculada al bloguero Allan dos Santos, un aliado de Bolsonaro acusado de difundir información falsa.