Miguel Herrera y Víctor Manuel Vucetich vuelven a encontrarse esta noche en otra edición del clásico regiomontano. La historia entre ambos incluye 28 partidos, de lo cuales el Piojo ganó ocho, empató seis y perdió 11 ante equipos dirigidos por el llamado Rey Midas. La primera vez que se enfrentaron fue en 2002 y la última en el Guardianes 2020, cuando las Chivas, de Vucetich, eliminaron en cuartos de final al América, de Herrera. Desde entonces quedaron cuentas pendientes.
“Va a ser emocionante”, dijo el técnico de Tigres, acostumbrado a la presión que se vive en esta clase de partidos.“Este es el clásico más pasional, el que la gente está esperando. Obviamente, el clásico nacional entre América y Chivas reúne más gente, además de que la expectativa es más grande. Pero, a nivel de pasión, éste sin duda es el más importante”, agregó, a la espera de “un rival paciente y ordenado”.
A diferencia de los Rayados, que cesaron a Javier Aguirre en la jornada 7 para la llegada de Vucetich, los de la UANL se mantienen como uno de los equipos más regulares del torneo, ubicándose en la tercera posición con una derrota en nueve partidos. A pesar de ello, el técnico del equipo albiazul consideró que la clave para hacerle daño a su rival “es no desbocarnos ni permitir que la emoción del clásico nos rebase”, además de confirmar la baja de Rogelio Funes Mori por un problema muscular.
El operativo de seguridad para el encuentro tendrá la participación de 2 mil elementos, distribuidos dentro y fuera del estadio Universitario, y no permitirá el ingreso de los principales grupos de animación de ambos planteles. Aunque Herrera señaló que “la solución no es eliminar las barras, sino controlarlas”; Vucetich discutió la idea de su colega y dijo que “es una medida correcta para romper esta situación de conflicto”.
En las cinco ediciones recientes de esta rivalidad, Tigres ha conseguido cuatro triunfos y una derrota. Sin embargo, la estadística no le favorece en el banquillo.
(Con información de Yolanda Chio, corresponsal)