Belgrado. Llegó a Belgrado en condiciones extremas, pero este sábado Yaroslava Mahuchikh se vistió con los colores de la bandera de Ucrania para festejar el oro en salto de altura en el Mundial de Atletismo bajo techo, el primero del país invadido por el ejército ruso.
Nada más coronarse campeona, la atleta (de 20 años) se cubrió con la bandera de su país y sus primeros pensamientos fueron para sus compatriotas, que están sufriendo la guerra desde hace tres semanas.
“Antes de saltar a la pista, mi espíritu estaba completamente enfocado a Ucrania en virtud de los terribles acontecimientos que están pasando. Esta medalla es ante todo para mi país, para mi pueblo, para mi ejército. Estoy muy orgullosa de haberlos podido representarles”, declaró Mahuchikh, que forma parte del grupo de seis atletas ucranios presentes en Belgrado.
Como consecuencia del conflicto, la Federación Internacional de Atletismo excluyó de cualquier competición internacional y hasta nuevo aviso a los atletas de Rusia y de Bielorrusia, por el apoyo de su gobierno a Moscú.
El símbolo es muy fuerte porque este éxito de Mahuchikh llega en un país, Serbia, que mantiene históricamente fuertes lazos de unión con Rusia. No obstante, la celebración de la atleta ucrania no se vio perturbada por ningún incidente en las gradas.
Todo lo contrario, los espectadores que llenaban el Stark Arena de Belgrado dedicaron una ovación a la atleta, tal como habían pedido el jueves el titular del atletismo mundial, Sebastian Coe, y su homólogo serbio Veselin Jevrosimovic.
Es mucho más que un título mundial lo que ha logrado la joven ucrania, que nunca antes se había impuesto en una gran competición internacional, aunque ya había subido al podio en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (tercera) y en el Mundial al aire libre de Doha 2019 (segunda).
Con un salto de 2.02 metros superó a la australiana Eleanor Patterson (2.00) y a la kazaja Nadezhda Dubovitskaya (1.98), pese al calvario vivido por Mahuchikh para viajar a la capital serbia.
Mahuchikh, que tiene previsto instalarse en Alemania junto a su madre y a su hermana mayor, describió tras bajarse del podio su largo periplo para llegar a Serbia y “la pesadilla” que vive desde que se inició el conflicto ruso.
“El 24 de febrero me desperté con el sonido de dos explosiones. Rápidamente llamé a mis padres y a mi entrenador. Comprendí que los rusos habían comenzado la guerra contra el pueblo ucraniano. La situación era muy difícil y tuve que dejar mi ciudad, Dnipro.
“En ese momento, no pensaba en absoluto en los entrenamientos y no creía posible venir al Mundial. Pero recibí una llamada de la Federación Ucraniana pidiéndonos ir a Belgrado para proteger a nuestro país en la pista. Comenzamos entonces un viaje de tres días en coche bajo las bombas y acompañados por las sirenas”, relató.
“Están matando a nuestra gente, a nuestro país y a nuestros niños, el futuro de Ucrania. Pienso que mucha gente en Rusia tiene que entender que esta guerra en Ucrania es bien real. Sé que muchos rusos dicen que es falso, pero muchas de nuestras ciudades han sido destruidas. ¿Cómo pueden decir esto?”, se interrogó.
Un relato que despertó la admiración de sus rivales. Patterson, plata, compitió con las uñas pintadas con los colores de la bandera ucraniana como muestra de apoyo a las víctimas del conflicto.
“Tengo el corazón roto al pensar lo que están sufriendo los ucranios y sus atletas”, dijo la australiana. “Ganar la medalla de plata por detrás de Yaroslava hace este podio aún más especial. Estoy orgullosa de ella, ha tenido que afrontar muchas dificultades.
“Tengo mucho respeto por los atletas ucranios que han podido venir acá. Tras el concurso, he dicho a Yaroslava que mi corazón está con ella”, añadió.