Debo confesar que el prospecto actual de ver otra película hollywoodense de superhéroes me hunde en un estado depresivo comúnmente llamado hueva. De ahí mi entusiasmo por La peor persona del mundo, del noruego Joachim Trier, una película que he visto ya tres veces y en cada nueva visión he descubierto más virtudes.
Tercera parte de la trilogía hecha por Trier sobre Oslo –precedida por Reprise: vivir de nuevo (2006) y Oslo, 31. August (2011, nunca estrenada en México)–. La peor persona del mundo se centra en el personaje de Julie (Renate Reinsve) y cuenta su historia en 12 capítulos, más un prólogo y un epílogo. Por medio de ellos nos damos cuenta de su inmadurez e indecisión; ha cumplido 30 años sin saber cabalmente qué hacer con su vida: primero estudia medicina, dejando la carrera por la sicología y finalmente optando por la fotografía, si bien termina trabajando en una librería. Al mismo tiempo, Julie cambia de parejas como de vocaciones.
En una fiesta deja a su galán de turno por Aksel (Anders Danielsen Lie, protagonista de las otras dos partes de la trilogía), un novelista gráfico cuya creación más exitosa son las aventuras de Gaupe, un gato grosero al modo de Robert Crumb. Con el dibujante, Julie parece haber encontrado a su igual, aunque le lleva unos 10 años. Sin embargo, en el capítulo titulado Infidelidad, ella se cuela en la fiesta de una boda por capricho y ahí conoce a Eivid (Herbert Nordrum), un feo, pero simpático invitado con quien juega a probar actos que no son necesariamente muestras de infidelidad, como olerse mutuamente las axilas o verse orinar a turnos.
Otro encuentro casual en la librería lleva a Julie a tomar una decisión abrupta. El tiempo se detiene literalmente mientras ella busca a Eivid. Romper con Aksel será el paso siguiente. No sin antes gozar un poco de sexo de ruptura.
La peor persona del mundo es al mismo tiempo una comedia romántica, un estudio de personajes y un drama de coming-of-age. ¿Podrá Julie dejar de sentirse como una secundaria en su propia película? Trier cuenta ese proceso con mucha inventiva formal, un guion ingenioso –debido a él mismo y la colaboración acostumbrada de Eskil Vogt– y la actuación sorprendente de Reinsve, quien obtuvo con justa razón el premio de interpretación femenina en Cannes el año pasado. La actriz nos lleva por los diferentes estados de ánimo de Julie, sin preocuparse por ser a ratos extremadamente egoísta (y pensarse en la condición anunciada por el título). De algún modo intuitivo, Reinsve se sincroniza con las constantes rupturas de tono de la narrativa.
Otro factor importante en el trazo anímico de la película es el empleo de una omnisciente voz en off y, sobre todo, de la música. Con una selección ecléctica de pistas musicales, que pueden ser diegéticas o no, Trier nos informa de los cambios emocionales de la protagonista (no en balde, el cineasta ha hablado de su interés por hacer un musical).
Sin actores conocidos y a años luz de la complacencia previsible de la rom-com hollywoodense, es probable que La peor persona del mundo no permanecerá mucho tiempo en cartelera. Ustedes se la pierden.
La peor persona del mundo
( Verdens verste menneske)
D: Joachim Trier/ G: Joachim Trier, Eskil Vogt/ F. en C: Kasper Tuxen/ M: Ola Flottum; canciones varias/ Ed: Olivier Bugge Coutté/ Con: Renate Reinsve, Anders Andersen Lie, Herbert Nordrum, Hans Olav Brenner, Maria Grazia di Meo/ P: Oslo Pictures, MK” Productions, Film i Väst, Snowglobe, B-Reel Films, Arte France Cinéma, Memento Distribution, ARTE, Norwegian Film Institute, Danish Film Institute, Nordic Film & TV Fund, Swedish Film Institute. Noruega-Francia-Suecia-Dinamarca, 2021.
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