Unas 150 familias de la colonia Ampliación La Polvorilla, en la alcaldía Iztapalapa, en sus límites con Tláhuac, viven en condiciones insalubres, sobre todo en la época de calor, cuando deben soportar olores fétidos, mientras en la de lluvias aguantan el escurrimiento de aguas residuales ante la falta de drenaje.
María Murillo, una de las afectadas, relató que desde hace más de tres décadas, cuando se formó la colonia, solicitaron la conexión a la red de drenaje, lo que hasta el año pasado comenzó a realizarse, pero desde enero los trabajos se detuvieron por la oposición de un grupo de vecinos de Tláhuac.
“Las obras se hicieron en seis meses y la tubería quedó a diez metros del pozo de descarga. Cuando vimos que ya estaban tapando y no nos conectaban fuimos a preguntar y nos respondieron que así lo iban a dejar porque los vecinos eran muy conflictivos y no los dejaban.”
En Ampliación La Polvorilla todas las casas están conectadas al drenaje, excepto tres calles: Franco Valencia, San Pablo y Prolongación, en donde antes se utilizaban unos ductos viejos cuyos pozos, una vez saturados, fueron tapados por las autoridades.
A las familias se les sugirió construir fosas sépticas para las descargas domésticas mientras se hacía la nueva conexión, pero al paso de los años no sólo se desbordan, sino que las aguas residuales se filtran en el suelo e incluso han humedecido las paredes de las viviendas, lo que ha causado hundimientos y cuarteaduras en paredes.
“En un principio teníamos muchos problemas con la piel, nos salía sarpullido, pero ya hasta a esos nos hicimos resistentes, pero no hay quien se acostumbre a la pestilencia ni andar en el agua sucia. Cuando pides desazolve vienen hasta que quieren y todos los desechos van a dar a la calle”.
Los colonos señalaron que ya en tres ocasiones el personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México ha abierto la calle Gitana para hacer la conexión, pero habitantes de Tláhuac no lo permiten para que no se les sature el drenaje.
Comentaron que han ingresado oficios a distintas dependencias y han hecho otras propuestas para contar con el servicio de drenaje, pero sin ningún resultado. “Hicimos una protesta en el Zócalo el 25 de enero y desde entonces, en atención ciudadana, nos aseguraron que gestionaría una reunión con el Sistemas de Aguas de la Ciudad de México y la alcaldía Iztapalapa en ocho días hábiles, pero aún seguimos esperando”.