El sector agrícola enfrenta limitaciones para migrar al régimen simplificado de confianza (Resico), debido a que al menos 3 millones de productores se concentran en municipios de alta marginación, carecen de servicios tecnológicos y fiscales, lo que puede ocasionar que “queden fuera” del nuevo esquema de tributación y sean multados por no presentar sus declaraciones a tiempo, advirtieron productores del campo.
Leticia López Zepeda, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec), señaló que “la realidad del agro mexicano” impide que muchos productores se sumen al Resico, por lo que se requiere un periodo de transición.
La prórroga, indicó, sería con el propósito de capacitación y para evaluar si se requiere un régimen simplificado especial para el sector agrícola, debido a que “hay una parte que no está armonizada con la dinámica” del campo.
El Resico “debe estimular al sector agroalimentario, debe haber un proceso de educación y de transición, pero tiene que ser un mecanismo con el cual los productores se sientan seguros a lo largo de la cadena productiva”, comentó en el foro Impacto de la Reforma Fiscal en los Productores Agropecuarios de Pequeña y Mediana Escala, organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), la creación del Resico implica para las personas morales una retención de 1.25 por ciento del ISR a las personas físicas que tributan en el nuevo esquema, en este caso pequeños y medianos productores del campo.
Germán Corro Galó, presidente de la unión nacional Cañeros Produciendo por México, expuso que 90 por ciento de estos productores son de minifundios, por lo que si los ingenios retienen el porcentaje mencionado, se complica su situación.
Por ello pidió que se analice el nuevo régimen de tributación para el campo, porque la captación del 1.25 por ciento a los productores ocasiona que éstos “vendan su caña al mejor postor, a precios irrisorios y se vayan al mercado negro”.
Raúl Zambrano Rangel, administrador general de Servicios al Contribuyente del SAT, reconoció que el sector primario enfrenta limitaciones. “Entendemos la necesidad que tenemos de cobertura a zonas grises”, por lo que ofreció su apoyo para dar capacitación a fin de que los productores cumplan con sus obligaciones fiscales.