Bruselas. La Unión Europea (UE), Gran Bretaña y el Grupo de los Siete se sumaron ayer a la narrativa de que el presidente ruso, Vladimir Putin, es responsable de “crímenes de guerra” tras la invasión de Rusia a Ucrania.

“La UE condena en los términos más enérgicos a las fuerzas armadas rusas y a sus líderes, que siguen atacando a la población civil y las infraestructuras ucranianas”, afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en un comunicado.

El teatro de la ciudad ucrania de Mariupol (sureste) “fue fuertemente bombardeado el miércoles, aunque servía de refugio, bien conocido y claramente identificado, para los civiles, incluidos niños”, denunció Borrell.

“Estos ataques deliberados contra civiles e infraestructuras civiles son vergonzosos, reprobables y totalmente inaceptables. Constituyen graves violaciones del derecho internacional humanitario”, dijo Borrell, quien responsabilizó al gobierno ruso de “estos actos de agresión militar y de toda la destrucción y pérdida de vidas que causan” al desestimar las acusaciones rusas de que fue el batallón ultranacionaista ucranio Azov el responsable de ese ataque.

“Los autores de estas graves violaciones y crímenes de guerra, así como los dirigentes gubernamentales y jefes militares, tendrán que rendir cuentas”, advirtió.

A su vez, Reino Unido afirmó que hay “pruebas muy, muy sólidas”, de que Putin está detrás de crímenes de guerra en Ucrania, pero se abstuvo de catalogarlo de criminal de guerra.

Cuando se le preguntó si Reino Unido haría eco de esos comentarios, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, declaró a la radio de la BBC: “Hay pruebas muy, muy sólidas, de que se han cometido crímenes de guerra y de que Vladimir Putin está detrás de ellos”.

“Pero en última instancia, corresponde a la Corte Penal Internacional decidir quién es o no un criminal de guerra, y a nosotros aportar las pruebas”, agregó.

Por su parte, el G-7 advirtió que quienes cometan crímenes de guerra en Ucrania “deberán rendir cuentas” ante la justicia internacional. Los ministros de Asuntos Exteriores del grupo declararon: “Los responsables de crímenes de guerra, incluido el uso indiscriminado de armas contra civiles, serán considerados culpables”.

La jefa política de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Rosemary DiCarlo, llamó a investigar la gran cantidad de muertes de civiles y la destrucción de cientos de edificios residenciales, escuelas, hospitales y demás infraestructura civil en Ucrania; además pidió que se responsabilice a los culpables.

DiCarlo indicó ayer al Consejo de Seguridad que “la ley humanitaria internacional es muy clara” en cuanto a prohibir los ataques directos a civiles durante operaciones militares y garantizar su protección. Pero, señaló, muchos de los ataques diarios que fustigan las ciudades ucranias “son aparentemente indiscriminados, lo que resulta en víctimas civiles y daños a la infraestructura civil”.

DiCarlo mencionó las estadísticas más recientes de la oficina de derechos humanos de la ONU: mil 900 víctimas civiles desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero, hasta el 15 de marzo, es decir, 726 muertos, incluyendo 52 niños y mil 174 heridos, aunque se cree que la cifra real es mucho más alta.

“La mayoría de estas víctimas fueron por el uso de armas explosivas de amplio impacto en áreas pobladas”, advirtió.

La agencia de Naciones Unidas para el desarrollo proyecta que si la guerra continúa, 90 por ciento de la población en Ucrania pudiera enfrentar pobreza y una vulnerabilidad económica extrema, “retrasando décadas al país, y a la región, y dejando profundas cicatrices sociales y económicas”, expresó DiCarlo.

En esa sesión informativa virtual del Consejo de Seguridad, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó las consecuecias devastadoras de la guerra, y aseguró que la población ucrania enfrenta un grave trastorno en los servicios y atención médica.

Aseveró que la OMS ha verificado 43 ataques a hospitales e instalaciones sanitarias que han dejado 12 muertos y 34 heridos.

Gran Bretaña desplegará un sistema de defensa antimisiles de medio alcance Sky Sabre en Polonia, al tiempo que Francia anunció otro paquete de 300 millones de euros en ayuda de urgencia a Ucrania.

El ministro de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, informó haber recibido la llamada de un “impostor” haciéndose pasar por el primer ministro ucranio, Denis Shmihal, y acusó a Rusia de estar detrás de este “sucio truco”.

La misión de China ante la UE advirtió a la Organización del Tratado del Atlántico Norte que no necesita lecciones de quienes bombardearon su embajada en Yugoslavia en 1999 después de que el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, instó a Pekín a condenar la operación militar de Rusia en Ucrania.