Organizaciones y colectivos de familiares de personas desaparecidas denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las deficiencias y omisiones del Estado mexicano en la atención del derecho a la salud de quienes han sido víctimas indirectas de este flagelo.
En audiencia pública, manifestaron que una cifra no menor de los familiares padecen enfermedades derivadas de la desaparición de su ser querido, como diabetes, hipertensión y problemas sicosociales, pero son pocos los que reciben atención de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
Al respecto, la comisionada de la CIDH, Julissa Mantilla, aseguró que la dimensión de la crisis de desaparecidos en México “es atroz”, si se considera que tener más de 99 mil 150 personas desaparecidas significa, además, por lo menos la misma cantidad de familias afectadas.
El investigador Carlos Beristáin expuso que la desaparición forzada, en términos sicosociales, “es un duelo permanente e incierto”, en el que los familiares de las víctimas no pueden tener un proceso habitual porque desconocen “la verdad, el destino de su ser querido”. Además, indicó, el impacto sicológico es múltiple y lo que se observa “es una enorme frecuencia de casos de síntomas depresivos”.
Deficiente atención en CEAV
Eliana García, quien habló a nombre de las organizaciones, señaló que un estudio elaborado por Idheas, en el que participaron 155 personas, arrojó que 78.7 por ciento dijo haber desarrollado enfermedades crónicas a raíz de la desaparición de su familiar. Y de 73 que acudieron a la CEAV federal o estatal, 45 por ciento de ellas a solicitar apoyo, sólo 25 por ciento recibieron una respuesta favorable.
Durante su participación, la titular de la CEAV, Yuriria Rodríguez, afirmó que el Estado reconoce la desaparición y desaparición forzada “como una grave violación a los derechos humanos de naturaleza múltiple”, que genera una serie de afectaciones a las familias, las cuales –subrayó– también deben ser atendidas y acompañadas por el sistema nacional de atención a víctimas, “instancia superior de coordinación para la atención integral” en los ámbitos local, federal y municipal.
El representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández, destacó que frente a las cerca de 100 mil personas desaparecidas, “estamos ante un caudal masivo de sufrimiento inenarrable”.