El gobierno federal no autorizará más operaciones para el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, a fin de incrementar de manera paulatina la actividad en la nueva terminal Felipe Ángeles (AIFA), construida en Zumpango, estado de México.
“Ya se tomó una decisión para que no se otorguen más permisos para vuelos y movimientos, vamos a decir, extras, o se siga incrementando la operación del aeropuerto Benito Juárez; entonces, todo lo que implique aumento ya tiene que atenderse en el Felipe Ángeles”, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sabemos, añadió, que va a seguir subiendo el tráfico aéreo –este mes se publicó en el Diario Oficial de la Federación el resolutivo en el que se informa que las terminales aéreas de la Ciudad de México están saturadas. Lo anterior “llevará a que se vaya equilibrando y que el aeropuerto Felipe Ángeles tenga más actividad. Es un proceso gradual”.
Antes, al inicio de la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el mandatario había lamentado que sus adversarios quieran “enlodar” una obra tan importante como el AIFA, cuya inauguración está programada para este lunes.
“Vamos a informar sobre cómo llegar al nuevo aeropuerto, porque ahora esa es la campaña en contra, de que se va a tomar una semana para hacerlo. Nos interesa bastante que no haya desinformación y manipulación. Es una obra tan importante, que nuestros adversarios quieren enlodarla”, dijo.
Más adelante, destacó el valor de del AIFA, sobre todo porque en la decisión para hacerlo en esa zona participaron no sólo ingenieros militares o trabajadores de la construcción, sino los ciudadanos en general.
“Este es un proceso que estamos llevando a cabo millones de mexicanos, es un nosotros... eso es la Cuarta Transformación. Van a terminar aceptando que fue buena la decisión y se van a derrumbar toda las mentiras que fueron construyendo”, comentó a la prensa.
En tanto, el director general del AIFA, general brigadier Isidoro Pastor Román, explicó la manera en que se busca compensar al pasajero el tiempo de traslado a Zumpango.
Por ejemplo, disminuirán los lapsos para abordar (de tres a dos horas en vuelos internacionales y de dos a una hora en los nacionales), y se agilizarán los proceso de revisión.
En el primer rubro está el plan de operar –desde el lunes– 14 puntos, incluidas las cuatro centrales de autobuses de la capital del país. Por ejemplo, desde el área del Metro Indios Verdes se cobrarán 50 pesos, mientras de las zonas más lejanas, como Perisur, Santa Fe y Toreo, la tarifa varía entre 50 y 125.
Para automóviles particulares básicamente hay dos opciones: el Circuito Mexiquense o la salida México-Pachuca.
“¿Cómo vamos a manejar los tiempos de espera en el aeropouerto?”, prosiguió Pastor Román. Utilizando los sistemas electrónicos colocados en el AIFA se abaten de 45 a 50 minutos respecto al sistema tradicional, y 18 minutos en la documentación. Luego, en los puntos de inspección podrían reducirse de 40 a 15 minutos para llegar al abordaje. Por tanto, se documentaría a un grupo de 180 pasajeros en algo más de media hora.