“¡Viva el pincel de Carmen Parra porque nos alimenta!”, exclamó la actriz Ofelia Medina con motivo de la presentación de Unidiversidad, revista de pensamiento y cultura de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), cuyo número 39 está dedicado a la vida y obra de la pintora y escultora, así como a la escritora y colaboradora de este diario Vilma Fuentes, amiga de Parra como todas las participantes en el acto celebrado en el Centro de Cultura Casa Lamm, cuya sala se llenó con amigos de la artista e integrantes de la comunidad artística. Fuentes estuvo en la mesa redonda vía Zoom desde París, donde reside.
Cada edición de Unidiversidad es distinta. El número 39 retoma un elemento muy barroco de Parra, que es el pliegue; es decir, “esta ida y vuelta”, dijo Miguel Maldonado, codirector de la revista con Pedro Ángel Palou. “La lectura se hace, primero de ida, luego se pone de cabeza y viene de vuelta. Esto se conoce como bustrofedón. En el contenido se repite el recurso, porque Fuentes escribe sobre Parra y después al revés”, apuntó el poeta.
Ofelia Medina hizo dos “lecturas barrocas”: Soneto en eco, de Francisco de Quevedo, y Vivo sin vivir en mí, de Santa Teresa.
“He conocido a muchos pintores, de los más grandes, tanto en México como en Francia. Sin embargo, la pintora que más me ha sorprendido, y no deja de hacerlo, que está en una revelación constante, es Carmen Parra. Pretende pintar lo invisible y a veces lo logra; es milagrosa. Por eso he escrito tanto sobre ella. Es novedosa en el sentido de que provoca asombro. Te preguntas: ‘¿de dónde saca todo esto?’”
El texto de Parra, incluido en la revista, es un retrato “medio literario” de Fuentes y su marido Jacques, porque “la única pasión que tienen ustedes, que están complemente locos, se llama las palabras. Todo el día, toda la noche, no importa la estación del año, se la pasan jugando con las palabras. Cada vez que te hablo a París, estás feliz porque las palabras llenan tu vida”, expresó la pintora.
De vuelta, Fuentes dijo: “Las palabras están vivas o las inventas. La palabra es una comunicación, evidentemente; sin embargo, para mí es un vuelo. Es un roce de alas de mariposa, de ángel. Cuando la palabra adquiere todo su sentido se carga de todo su significado, se vuelve una piedra preciosa que estalla en su vuelo”.
El número 39 de Unidiversidad se abre con un texto de Germaine Gómez Haro. Para la crítica de arte, las “alas inquietas” de Parra la han llevado a sobrevolar los territorios del arte por más de medio siglo sin reparar en modas. Se mantiene fiel a su pasión por el barroco, que vive y pinta en toda su dimensión delirante: sensual, suntuosa, soberbia y exuberante.
Parra es “la pintora de la fastuosidad, que borda con sus hilos de oro el pasado y el presente, lo sagrado y lo profano, la tradición y la modernidad. A pesar de tener ante nosotros una pintura realista en su apariencia, Carmen pinta más allá de lo evidente. Capta el candor místico de santos y vírgenes, y plasma la inefabilidad del espíritu de Santa Teresa en éxtasis.
“Con estilo plenamente personal e inconfundible, y una fuerte carga expresiva en sus trazos y gestos, la obra de Carmen está permeada al mismo tiempo por la frescura de la cultura popular y la más alta tradición plástica virreinal. Su obra es moderna y su sensibilidad contemporánea. Es una mirada hacia el pasado que configura un imaginario social actual.”
La politóloga Denise Dresser se acercó a la pintora por medio de la arquitectura de su padre, Manuel Parra, quien “iba en contra de cualquier convención”. Desde el momento en que la artista la rescató, “en uno de los momentos más atribulados de mi vida, hemos sido piratas, exploradoras, heroínas de 100 batallas, las más valientes”.