El Convenio Constitutivo de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), firmado el 18 de septiembre de 2021, fue aprobado ayer por unanimidad en el Senado. Su objetivo es establecer una organización internacional, con fines pacíficos, para la cooperación en las actividades de exploración, investigación, tecnología del espacio ultraterrestre, la Luna y otros cuerpos celestes.
Al respecto, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, agradeció al Senado la aprobación de la ALCE. “Gratitud de la SRE al apoyo del Senado para impulsar este importante proyecto de Latinoamérica y el Caribe. Paso a paso, pasa de un ideal a una realidad. Ya somos 20 países”, dijo el canciller en redes sociales.
Con AlCE se busca apoyar el desarrollo integral y sustentable del ámbito espacial de la región, en beneficio de los más de 650 millones de habitantes de Latinoamérica y el Caribe, a través de actividades científicas, académicas, tecnológicas, de investigación, desarrollo, innovación, emprendimiento y de capacitación continua.
Al presentar el dictamen en el pleno, Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, manifestó que la creación de esta agencia es una oportunidad para el desarrollo científico y tecnológico de la región y materializar la integración latinoamericana y caribeña a través de la sinergia de las capacidades intelectuales y materiales de cada nación.
El organismo , abundó el morenista, fungirá como enlace con organizaciones de otras regiones del mundo, como es el caso de la Agencia Espacial Europea o la Administración Nacional de Aeronáutica y el Despacio, de Estados Unidos. “Sus resultados podrían derivar en la mejora de las telecomunicaciones, mapeos geoespaciales que eviten desastres naturales, así como ayudarnos a combatir los estragos del calentamiento global”, recalcó.
Beatriz Paredes, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, América Latina y el Caribe, manifestó que este dictamen es de la mayor relevancia, porque permite proyectar a México en un ámbito indispensable en la época contemporánea, no es comprensible que un país de la trascendencia de México, décima tercera o décima quinta economía del mundo, con la densidad que tiene, con el sector académico y científico como el que está vigente, esté ajeno al desarrollo del espacio.
Con esta agencia, las naciones latinoamericana y caribeñas tendrán ocasión de contribuir a la investigación espacial y, desde luego, “se abrirán oportunidades para que nuestros técnicos y científicos se integren en mejores condiciones en la carrera espacial”.