Lima. El presidente peruano, Pedro Castillo, señaló que el país vive una “crisis institucional sin precedente” y rechazó las acusaciones de corrupción que le hacen sus oponentes, luego de que el Parlamento admitió debatir en dos semanas un pedido para destituirlo por “incapacidad moral”.
Castillo pronunció un discurso en el Congreso ayer, en el cual admitió errores en su gestión, pero “eso no significa aceptar los supuestos delitos que me imputan”, y afirmó que pretenden involucrarlo en actos ilegales por “motivos políticos”. El mandatario pidió dejar de lado las rencillas y poner primero al país.
“Por encima de las diferencias ideológicas y políticas están los intereses de la patria. Es el momento de poner fin a las disputas mezquinas y trabajar por los grandes objetivos nacionales”, sostuvo el mandatario en un intento por finalizar el conflicto político con el Legislativo.
El Congreso aprobó debatir un pedido de destitución por “incapacidad moral permanente” contra Castillo, a siete meses del inicio de su gestión.
El Congreso invitó a una sesión el 28 de marzo al mandatario, quien puede asistir o enviar a su abogado para defenderse de las acusaciones. Luego se necesitarán 87 votos para destituirlo y no está claro si los opositores los conseguirán.
Los legisladores que buscan remover a Castillo citan un listado de razones, entre ellas tres investigaciones por corrupción contra el gobernante, así como la acusación de una aspirante a colaboradora en un caso de lavado de dinero, quien acusó al presidente de integrar un grupo criminal que presuntamente recibía dinero a cambio de licitaciones para obras públicas.
En tanto, un derrumbe en el distrito de Parcoy, en el norte de Perú, sepultó entre 60 y 80 viviendas. Brigadas de la policía y los bomberos hen encontrado cuatro cuerpos bajo los escombros y siguen buscando víctimas, informaron autoridades.
El ministro de Defensa, José Luis Gavidia, acudió a la zona afectada y reportó que ocho personas fueron rescatadas ilesas y habló de al menos 20 desaparecidos.
El Instituto Nacional de Defensa Civil explicó que el derrumbe fue a consecuencia de lluvias intensas. Según las autoridades locales, la zona, habitada por trabajadores mineros, no es adecuada para la construcción de viviendas, pues se trata de una montaña.
Castillo llegó ayer a la región y ofreció ayuda del Estado a los pobladores para que puedan reubicarse a otra zona.