Zacatecas, Zac. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instaló tres destacamentos permanentes con elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la policía estatal en la Sierra de Cardos, como parte del Plan de recuperación Jerez y sus comunidades, para garantizar el regreso de más de 2 mil 500 habitantes desplazados en los dos últimos años luego de padecer homicidios, secuestros o desaparición de familiares en 18 poblados rurales, los cuales quedaron deshabitados.
La meta, explicaron autoridades, es recuperar el territorio que el crimen organizado arrebató a los ciudadanos que se vieron obligados a huir por el acoso de los cárteles de Sinaloa (CDS) y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Aunque también hay desplazados en otras comunidades de las zonas serranas de los municipios del centro-occidente del estado, como Valparaíso, Fresnillo, Monte Escobedo y Tepetongo, por ahora sólo se instalarán campamentos en Jerez, indicaron.
El gobierno de la República busca que todas las familias regresen y retomen sus actividades en las 8 mil hectáreas de huertos de durazno y 2 mil hectáreas de manzanares que hay en la región, además de cuidar sus hatos ganaderos, mermados durante las incursiones delictivas.
Vecinos de las comunidades Palmas Altas y Sarabia, así como la asociación civil Parlamento Campesino de Zacatecas –que los asesora– invitaron a medios a verificar la instalación de los campamentos de fuerzas federales y estatales que se encargarán de crear “las condiciones que permitan el regreso de todos los habitantes”.
El plan lo encabeza el general de brigada José Luis Vázquez Araiza, comandante de la decimoprimera zona militar de Guadalupe, quien dijo a ganaderos y agricultores que la orden la dio “el jefe supremo de las fuerzas armadas”.
La semana pasada desplazados de Jerez se manifestaron en el Zócalo de la Ciudad de México, frente al Palacio Nacional, para solicitar el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador con el propósito de volver a sus tierras.
Reunidos en la cabecera municipal de Jerez, más de un centenar de personas y representantes de los desplazados de la Sierra de Cardos escucharon a Alejandro Arce Pantoja, asesor legal de Parlamento Campesino, quien explicó que cuentan con el respaldo del Ejército Mexicano y que gracias a la protesta pública se logró el respaldo de la Sedena.
Arce Pantoja mencionó que, de acuerdo con el mando castrense, el plan de recuperación consiste en instalar estratégicamente destacamentos en tres de las 18 comunidades rurales de Jerez afectadas (Palmas Altas, Ermita de los Correa y Villa Hermosa), y su operación estará a cargo del 53 Batallón de Infantería, con sede en el municipio de Tlaltenango.
La estrategia, dijo, consta de tres puntos: primero, el regreso de la gente a las comunidades; además, la Sedena se coordinará con los tres órdenes del gobierno para garantizar la seguridad pública.
Segundo, operará un programa del bienestar manejado por los gobiernos estatal y federal, y se dispondrá de materiales para que los desplazados puedan reparar los daños que provocaron los grupos de la delincuencia organizada.
Se informó también que esta semana concluirá el censo de inmuebles saqueados por los delincuentes. Se calcula que fueron 70 por ciento de las casas y bodegas en las 18 comunidades.
En tercer lugar,, “cuando ya esté la gente de regreso en sus comunidades y el orden restablecido, cuando ustedes se sientan seguros, la Sedena se retirará”. Por ahora la presencia y operación de los destacamentos será permanente.
Tras concluir la reunión en la cabecera municipal, una pequeña caravana de vehículos con representantes de los desplazados y periodistas emprendió el camino hacia el corazón de la Sierra de Cardos, donde las comunidades se ven desoladas.
Aún hay vehículos calcinados y casas baleadas por los delincuentes. Se ven regados los casquillos de grueso calibre y rastros de sangre. En bardas, portones y corrales se ven pintas de los cárteles.
Apenas 12 horas después de haberse instalado en Palmas Altas, los militares que acompañaron a los desplazados avanzaron con cautela al encontrar en algunos caminos intercomunitarios bloqueos con piedras y ramas.
“La operación está bien, aunque es un poco tarde. Yo, por lo pronto, no regreso, ¿Ya vieron como está mi casa? Caída, y nosotros estamos caídos”, señaló Juana Ramírez, habitante de Sarabia.