Ciudad de México. Para vencer la pobreza y apuntalar la productividad, el crecimiento y desarrollo económico deben estar sustentados en la igualdad ante la ley y el respeto de la legalidad, afirmó Ernesto Zedillo, ex presidente de México.
Durante la conferencia virtual de NTT Data: "Perspectivas económicas y el futuro de la tecnología en Latinoamérica", el ex mandatario mexicano (1994-2000) sostuvo que para tener una economía realmente dinámica, que multiplique oportunidades para todos, no sólo se necesitan tasas más altas de inversión, tanto de capital humano como de infraestructura, si no se alcanza una productividad elevada y creciente.
“Alcanzar economías más productivas necesariamente pasa por la edificación de una sólida legalidad, de un sólido Estado de derecho; para alcanzarlo, el principio de igualdad ante la ley debe aplicarse efectivamente en todas las circunstancias”, sentenció el también director del Centro para el Estudio de la Globalización en la Universidad de Yale.
Añadió que la igualdad ante la ley no existe cuando la discriminación y un trato desigual está consagrado en la propia ley o en su aplicación cotidiana, como es el caso de las leyes e instituciones que regulan el funcionamiento de los mercados de trabajo, de capitales y productos.
De acuerdo con el economista y político mexicano, la igualdad ante la ley tampoco existe cuando el Estado no protege la seguridad de los ciudadanos, en su persona y patrimonio, y en sus demás derechos fundamentales.
“Contrario a lo que proclaman gobernantes populistas, la causa del pobre desempeño de las economías latinoamericanas en años recientes no se encuentra en las reformas aprobadas de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, en realidad el problema es que éstas nunca fueron lo suficientemente completas en sus objetivos ni en su ejecución”, destacó Ernesto Zedillo.
Es por ello que será difícil concebir un escenario distinto y más favorable si se mantienen las estrategias que nuestros gobiernos han venido aplicando recientemente, dijo el catedrático de Yale.
“En algunos de nuestros países se ha procedido con una gradualidad extrema para eliminar los obstáculos estructurales que impiden un rápido crecimiento; mientras que en otros, incluso, se ha optado por detener y revertir reformas ya adoptadas en el pasado y que faltarán para favorecer el desarrollo de nuestros países”.
La estrategia núcleo
Ernesto Zedillo dejó claro que para tener empleos más productivos y mejor remunerados, se necesitan importantes reformas laborales, tributarias, de seguridad social y de competencia, junto con un entorno propicio para la inversión privada nacional y extranjera.
Una estrategia que tenga como objetivo claro y creíble la reducción de la desigualdad y la pobreza, que aún aqueja desmesuradamente a nuestras poblaciones, sería el medio idóneo para darle viabilidad a las reformas estructurales necesarias.
“La estrategia debería contener en su núcleo la provisión de una seguridad social, que incluya la cobertura efectivamente universal de la salud, así como la garantía de acceso a una educación de calidad. Ese sería el instrumento más eficaz para obtener la voluntad y la acción de nuestras poblaciones para la construcción de países, con prosperidad económica y verdadera justicia social. Países donde la vigencia de la democracia y el Estado de Derecho nunca estén en duda como desgraciadamente parece ser ahora el caso”.
Reconoció que es una tarea compleja, pero factible, ya que las brechas que atoran el desarrollo y que han empeorado durante la pandemia en campos críticos como la salud, la educación, la productividad, la seguridad ciudadana, y la impartición de justicia, podrán subsanarse con estrategias y políticas inteligentes y debidamente consensuadas nuestras sociedades.
“La rapidez de esos resultados dependerá ciertamente de su diseño específico y de la mejora sustancial de las instituciones responsables de su ejecución en este cometido la tecnología de la información tiene un papel crítico que jugar; desde el diseño hasta la ejecución cotidiana de esas estrategias y políticas públicas.
“Si algo bueno nos dejará la pandemia como experiencia es la demostración reiterada de la enorme capacidad de la ciencia, la tecnología y, críticamente, de la información, para resolver los problemas de la humanidad”, concluyó Zedillo.