Tras sesudas investigaciones –todas ellas con base científica, documentadas al detalle y sin otro objetivo que desenmascarar al responsable de tan lesiva situación–, el “socialista” Pedro Sánchez, presidente del gobierno monárquico de España, tuvo a bien informar a sus representados que el único culpable del brutal golpe a sus bolsillos es un dirigente extranjero que no tiene otra cosa que hacer que fastidiarlos.
Dice Pedro Sánchez: “es importante decir la verdad a los ciudadanos, no tratar de confundirlos: el aumento de la inflación y de los precios de la energía (en España) son única responsabilidad de Vladimir Putin y de su guerra ilegal. Esa es la verdad… Si ven la evolución del precio del gas y de la energía este último año, pueden constatar que Putin llevaba más de unos meses preparando la guerra en Ucrania. Esto es así”.
Ante esa contundencia, el siempre práctico presidente del gobierno español aporta la solución: “es fundamental ganar en autonomía energética; no vamos a permitir un chantaje energético de Putin a la Unión Europea; hay que seguir apostando por las (energías) renovables para ganar en autonomía energética y avanzar también en eficiencia; vamos a poner todo lo que está en nuestras manos para que la economía del país no sea rehén del chantaje energético que está sometiendo el régimen de Putin”. ¡Ole!
Haberlo dicho. Qué gran descubrimiento: los españoles llevan años sufriendo por el brutal y constante aumento de las tarifas eléctricas –que prácticamente rompen récord todos los días– y resulta que ello no es consecuencia de la voracidad de los corporativos privados del sector (con Iberdrola a la cabeza) ni de la pasividad del gobierno que el propio Sánchez encabeza –que no ata ni desata–, sino a la perversa maquinación de Putin, quien, según denuncia, al menos desde hace dos años aplica su política de “chantaje energético” en contra de los vapuleados consumidores españoles.
Ante el descubrimiento de Sánchez y sus sabuesos, queda claro que si “el precio de la luz está fuera de control en España, sometido a las especulaciones financieras, a la manipulación subrepticia de la cotización de las empresas energéticas y a las subastas internacionales de un sector cada vez más volátil” ( La Jornada, Armando G. Tejeda, agosto de 2021) es clara y absoluta responsabilidad del perverso Putin y no de los consorcios privados, con la trasnacional Iberdrola a la cabeza.
De lo que se entera uno. Los consumidores españoles están profundamente agradecidos con Pedro Sánchez, porque hasta su reciente revelación ellos sospechaban que “la escalada de precios (en energía) es fruto de una serie de maniobras oscuras, tanto de las empresas eléctricas –que manipulan los precios mediante el control de las llamadas energías limpias o renovables–, como de los llamados fondos buitres, que acaparan los valores bursátiles de los productores de energía en el mundo; el aumento significa más de doble respecto del costo de 2020 y casi cuatro veces más a lo que costaba hace sólo tres años, cuando asumió el poder el actual gobierno del socialista” (ídem).
Así es, porque en pleno invierno “la solución que han encontrado centenares de miles de ciudadanos españoles, asfixiados por el desorbitado precio de la electricidad, es hacer acopio de velas, linternas de pila, estufas de gas y colchas; es la única forma de resistir ante el costo de la luz, que registra máximos históricos consecutivos y por encima de los 300 euros el megavatio hora, lo que supone un incremento de más de 460 por ciento en menos de un año y que ha convertido a2021 en el año más caro de la historia para las familias en gasto eléctrico y en particular a este mes en el más costoso de todos los tiempos” ( La Jornada, Armando G. Tejeda, diciembre de 2021).
Entonces, si miles de familias españolas deben lavar su ropa en medio de la noche (para ahorrar) no es por las brutales tarifas eléctricas y la permisividad del gobierno de aquel país, sino por su apasionado gusto por las estrellas, porque, como dice Sánchez, en realidad todo se debe a Putin y su perverso “chantaje energético”.
¡Qué cara más dura!
Las rebanadas del pastel
Mientras la derecha ahora pretende elevar a rango de mártir a la impresentable cuan suspendida alcaldesa Sandra Cuevas (acusada de abuso de autoridad, robo y discriminación), va un fuerte abrazo, con mi agradecimiento pleno, a los compañeros del Colectivo Morena Chilango (Comochi) por su invitación y gratísima recepción. ¡Salud!