Kiev. Los ataques aéreos y los bombardeos rusos destrozaron ayer edificios de la capital ucrania, Kiev, a medida que las fuerzas invasoras reforzaban su control.
Al menos cinco personas murieron en los nuevos bombardeos a Kiev en el vigésimo día de la ofensiva rusa, según las autoridades. Se incendiaron edificios y gente quedó sepultada bajo los escombros.
Poco antes del amanecer se oyeron fuertes explosiones en varios lugares de la capital. Ataques rusos alcanzaron el vecindario residencial Sviatoshyn y provocaron un gran incendio y una frenética operación de rescate en un edificio de departamentos de 15 plantas. Al menos cuatro personas fallecieron y otras seguían atrapadas en el interior, informaron bomberos.
Otro inmueble de nueve plantas fue alcanzado en el distrito de Podil (noroeste), más cerca del centro de la ciudad, y hubo un herido.
La onda expansiva de una explosión también dañó el acceso a una céntrica estación del Metro que se utiliza como refugio antibombas. Las autoridades municipales tuitearon una imagen de la fachada destruida y señalaron que los trenes ya no harían parada en la estación.
El alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, declaró anoche un toque de queda de 35 horas por el momento especialmente “peligroso” que vive la capital, donde al menos la mitad de la población ya ha huido.
Las fuerzas rusas han intensificado los ataques nocturnos sobre los suburbios occidentales de Irpín, Hostomel y Bucha, apuntó el responsable de la región de Kiev, Oleksiy Kuleba, en la televisión ucrania.
“Muchas calles (en esas zonas) se han convertido en una masa de acero y concreto. La gente lleva semanas escondida en los sótanos, y tiene miedo de salir incluso para las evacuaciones”, expuso Kuleba.
El presidente de la provincia ucrania de Jarkov, Oleg Sinegubov, afirmó que el ejército ruso sigue atacando áreas residenciales en la ciudad de Jarkov y otros puntos, como Chuguev, Izium o Dergachi.
El saldo de un ataque antier contra una torre de televisión cerca de la ciudad Rivne subió a 19 muertos, indicaron las autoridades.
En la gran ciudad de Dnipró, en el este, relativamente intacta hasta ahora, el aeropuerto fue bombardeado ayer y provocó una “destrucción masiva”, según su alcalde, quien no mencionó víctimas por el momento.
La víspera, en el límite noroeste de la capital, el camarógrafo estadunidense Pierre Zakrzewski y la periodista ucrania Oleksandra Kuvshinova, quienes trabajaban para la cadena de televisión estadunidense Fox News, fallecieron cuando su vehículo fue alcanzado por explosivos.
Tres periodistas han muerto y más de 30 resultaron heridos, desde el inicio de la operación militar rusa, señaló Ludmila Denissova, encargada de los derechos humanos en el Parlamento ucranio.
Moscú inició “el procedimiento de salida” del Consejo de Europa, al acusar a la OTAN y a la Unión Europea de haberlo convertido en un instrumento al servicio de “su expansión militar, política y económica en el Este”.