Londres. El níquel de la Bolsa de Metales de Londres (LME) reanudó sus operaciones el miércoles después de que su cotización estuviera suspendida por una semana, si bien cayó en 5.41 por ciento a 45 mil 590 dólares y la negociación electrónica estuvo detenida varias horas por problemas técnicos.
El níquel es un metal duro que se emplea para aleaciones con otros metales como hierro, cobre, cromo o cinc; estas derivaciones se utilizan en la fabricación de elementos industriales, partes de automóviles, baterías de dispositivos, acero inoxidable, entre otros.
Rusia produce cerca de 7 por ciento del níquel global; las sanciones impuestas a Rusia por su invasión a Ucrania amenazan con interrumpir aún más el flujo de materias primas procedentes de un importante productor.
El mercado del níquel de la LME se suspendió el 8 de marzo, después de que el grupo chino Tsingshan Holding compró grandes cantidades del metal haciendo que el precio subiera más de 50 por ciento en cuestión de horas, hasta alcanzar un récord por encima de los 100 mil dólares la tonelada, según las fuentes.
En una reanudación caótica de la actividad de un mercado que llevaba en el limbo más de una semana, la LME interrumpió el miércoles la negociación del níquel en su sistema electrónico.
En un intento por evitar las oscilaciones bruscas de los precios, la LME introdujo límites de 5 por ciento por encima o por debajo del último precio de cierre, pero dijo que los problemas técnicos permitieron que un pequeño número de operaciones se realizara por debajo del nuevo límite inferior del miércoles.
“Al abrirse el mercado (el sistema electrónico) descubrió un precio de apertura de 45 mil 590 dólares”, dijo la LME. “Desafortunadamente, debido a un error del sistema, LMEselect permitió entonces que un pequeño número de operaciones se ejecutara por debajo de este límite de precio diario más bajo”.
La LME dijo que estaba considerando elevar su límite de precio de 5 por ciento para el jueves, un movimiento que los operadores consideraron que ayudará al mercado a cerrar una brecha de más de ocho mil dólares entre la LME y la Bolsa de Futuros de Shanghái.