El mercado del petróleo enfrenta una crisis de precios. Las grandes fluctuaciones, ahora por debajo de 100 dólares el barril, son una señal de “nerviosismo extremo”, advierten analistas. Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación en el banco privado Julius Baer, afirma que la tensión e incertidumbre por la guerra en Ucrania siguen siendo altas, por lo que el mercado de petróleo vive una crisis de precios, no de suministro.
El oro negro cerró la sesión con pérdidas. El WTI cotizó en 95.19 dólares por barril, una reducción de 7.59 por ciento; el Brent del Mar del Norte se redujo en 7.75 por ciento y cerró con cotizacion de 98.62 dólares por barril. Lo anterior se da ante un aumento en la incertidumbre en torno a la actividad económica, lo que presiona a la baja el precio de las materias primas.
La mezcla mexicana cerró en 92.26 dólares por barril, lo que representó una caída de 7.26 por ciento respecto del cierre previo, según datos de Petróleos Mexicanos.
Los precios del petróleo WTI volvieron a caer por debajo de 100 dólares por barril, casi 30 dólares en pocos días. “Con la situación sin cambios, y con la incertidumbre por la guerra Rusia-Ucrania, es desconcertante presenciar cómo la prima de riesgo se evapora con rapidez. “De hecho, la pandemia y las restricciones sanitarias pesan sobre las perspectivas económicas de China y, por lo tanto, sobre la demanda de petróleo. Sin embargo, dados los problemas y retos de su mercado inmobiliario, era justo suponer que la demanda de crudo de China se había estancado desde hace tiempo”, explicó Rücker.
En un análisis reciente de escenarios e implicaciones para la economía global y los mercados financieros a raíz de la guerra en Ucrania, elaborado por analistas de UBS, se prevén dos escenarios de riesgo, el primero, que no contempla disrupciones al suministro de energéticos.
UBS supone un alza de 37 por ciento en las materias primas (petróleo a 140 dólares por barril hasta finales de año), lo que arrastrará aún más el crecimiento mundial. Por lo tanto, las condiciones financieras se endurecen en un choque inflacionario, llegando a niveles de 8 por ciento global al cierre del año.
En su escenario de riesgo dos, UBS supone una caída de 50 por ciento en el suministro de energéticos de Rusia a Europa (equivalente a un choque de 8 por ciento en el consumo general de energía de Europa) y un pico para el petróleo de 180 dólares por barril, por lo que Europa entraría en recesión.