La embajada de México en Austria recuperó un vestigio arqueológico en manos de un coleccionista anónimo, informaron ayer las secretarías de Cultura y de Relacio-nes Exteriores. Se trata de un fragmento de columna que pesa 26 kilos, el cual fue extraído de Santa Rosa Xtampak, Campeche, una de las ciu-dades mayas más importantes ubicadas en la península de Yucatán.
En entrevista, la titular del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche, la arqueóloga Adriana Velázquez Morlet, explicó que en dicha reserva histórica ya se tenía conocimiento del robo del fragmento.
“Tenemos el registro fotográfico del mayista Teobert Maler (1842-1917), quien visitó Santa Rosa Xtampak en 1891 y cuyas imágenes quedaron como evidencia de cómo era el sitio; al comparar fotos se identificó el fragmento faltante.
“Esta zona arqueológica fue saqueada entre las décadas de los 40 y 60; se extrajeron muchos relieves y materiales escultóricos.
“La estructura de donde se extrajo este fragmento se llama El Palacio, que es el edificio principal de Santa Rosa, construcción de tipo residencial: cuenta con tres pisos y 43 habitaciones conectadas por escaleras, y que tras ser intervenido por el INAH hace más de 25 años actualmente está abierto al público.
“Cuando regrese el fragmento de columna será muy apreciado por los campechanos. Seguramente se exhibirá en el Museo de Arquitectura Maya Baluarte de Nuestra Señora de la Soledad.
“Recuperamos parte de la historia patrimonial de Campeche, así podremos entender mejor el funcionamiento y los rituales que se realizaban en este inmueble.”
La devolución de la escultura, por intermediación del profesor Karl-Herbert Mayer, se da mientras continúa la polémica por la solicitud que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador a las autoridades austriacas para trasladar a México el penacho de Moctezuma, resguardado en el Museo Etnográfico de Viena.
“No creo que la devolución del fragmento extraído de Santa Rosa Xtampak, Campeche, sea derivada por la disputa del penacho. Es coincidencia, pero celebramos que esta entrega se realice en medio de los reclamos desatados por el tráfico ilícito de bienes culturales”, finalizó la arqueóloga.
El pasado 11 de marzo, la embajada de México en Austria logró retirar un yugo esculpido del catálogo de una puja organizada por la galería Zacke y, un día después, el gobierno mexicano frenó la subasta de tres piezas arqueológicas en Bélgica.
Diego Prieto Hernández, director del INAH, atribuyó la reciente devolución de piezas prehispánicas mexicanas a una conciencia mundial “favorable”, fruto de una distinta forma de pensar.
“Es natural que algunas personas crean que no tiene caso protestar por nuestro patrimonio, aun más cuando al final las subastadoras europeas culminan ventas con la inclusión de bienes arqueológicos nacionales. Sin embargo, hay que recordar que en Europa se rigen por otras leyes.
“Ante eso, es de extrema importancia seguir sembrando una mentalidad distinta en favor del patrimonio cultural. Así se fue sembrando la conciencia ambientalista, la de derechos humanos, de los pueblos originarios, y también en contra del tráfico de bienes arqueológicos.
“Sabemos que en Viena hay otras piezas nacionales y esperamos que paulatinamente regresen a donde deben estar. El cilindro robado en Campeche posiblemente fue trasladado en barco a principios del siglo XX, a pesar de que desde antes, en la Nueva España, había disposiciones jurídicas que prohibían la exportación de antigüedades (como se denominaban en esa época), y que ahora se conocen como monumentos históricos o arqueológicos.”
Además de Karl-Herbert Mayer, en la entrega del fragmento de columna participó el embajador de México en Austria, Luis Javier Campuzano Piña.