Mostrar a un personaje “que es una suerte de ventana a través de la cual es posible tener una visión distinta del México del siglo XX” es el propósito de la exposición Del trazo a la materia: La arquitectura de Juan O’Gorman, abierta a partir de mañana y hasta el 28 de abril en la Casa de la Primera Imprenta de América (Licenciado Primo Verdad 10, Centro Histórico).
En ella se aborda desde distintos lenguajes interdisciplinarios la relación de quien fue uno de los más importantes pintores y arquitectos mexicanos del siglo XX, con tendencia funcionalista y un tránsito hacia las estructuras orgánicas.
De igual modo, se presentan acercamientos al legado del también muralista de diversos creadores contemporáneos, como Gabriel Macotela, Guillermo Pacheco, Juan San Juan Rebollar, Javier Senosiain, Mauricio Chacón, Daniel Orozco, Maribel Portela y Maribel Avilés.
Destacan tres maquetas de la Casa Cueva de O’Gorman, la Casa Nancarrow y la Biblioteca Central de la UNAM, así como sus respectivos planos, dibujos, fotografías, esculturas, cerámica y dos instalaciones, una sonora y la otra interactiva.
La exposición forma parte del programa conmemorativo del 40 aniversario luctuoso de Juan O’Gorman (1905-1982), cumplido el pasado 18 de enero, y es resultado de la colaboración entre la Coordinación General de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Fundación Espacio Nancarrow O’Gorman.
Su finalidad, desde el punto académico, es sumar esfuerzos entre ambas instancias en materia de conservación de la obra del artista, que en el caso específico de esa universidad se realiza mediante el resguardo de su archivo personal.
Ese acervo documental, según Yissel Arce, coordinadora de Difusión de la UAM, fue adquirido por la institución en la década de los 80 del siglo pasado y consta de planos y dibujos arquitectónicos
Hay “varias joyas, que son los trabajos previos a 1929, año en que surge a la escena nacional con la Casa de Cecil O’Gorman, su papá, que fue la primera obra funcionalista en México y proyectos que elaboró como dibujante de los arquitectos José Villagrán y Carlos Obregón Santacilia”, resalta por su parte Adriana Sandoval, directora de la citada fundación”.
Se exhiben cuatro obras de esa época que forman parte del archivo resguardado por la UAM, así como planos de escuelas primarias y de una media superior que hizo para el Instituto Politécnico Nacional.
Además de contar con todo los trabajos que se conocen antes de 1929, en ese archivo de O’Gorman hay “una especie de cartografía de inmuebles habitados por personajes destacados de la historia y la cultura reciente mexicana, como Narciso Bassols, Gilberto Bosques, Diego Rivera y Frida Kahlo, quienes apostaron en su momento por una arquitectura comprometida, acorde a su compromiso social”, agrega la historiadora de arte.
También se encuentran los planos de la vivienda obrera propuesta por el arquitecto en los años 30 del siglo pasado, multifamiliares verticales, que resultaban muy adelantados a su época.
De acuerdo con Yissel Arce y Adriana Sandoval, curadoras de la muestra Del trazo a la materia, ésta reflexiona en torno a la vida y la obra del pintor y arquitecto mexicano, pero no desde una óptica biográfica para enaltecer más a un personaje o por conmemorar una fecha, sino desde un perfil en el que se dimensione la importancia que él tiene para comprender la situación del país a nivel histórico.
“Juan O’Gorman es un personaje relativamente olvidado, el proceso de reconstrucción de su memoria inició hace unos 30 años y se ha logrado gracias al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), que rescató la casa de Diego y Frida y, en fechas recientes, la Casa de Cecil O’Gorman”, explican.
“Es un trabajo de reconstrucción colectivo; son muchos quienes han metido la mano para que sea un hombre más visible. Esta exposición pone su granito de arena, no sólo al desmentir que la arquitectura orgá-nica esté distanciada del funcionalismo, sino al hablar del compromiso social y de la ética de Juan O’Gormany observar que fue un espíritu rebelde que rompió con su tiempo.
“Y lo hizo no sólo por ser el primer arquitecto moderno de México y uno de los más tempranos de América Latina, sino que rompe porque para él, en su contexto, hay una necesidad de reconstruirse, de sumar, de mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías. Tiene una visión del arquitecto como un hacedor de soluciones para la sociedad.”