Los dirigentes nacionales de PAN, PRI y PRD dieron su respaldo a la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, y consideraron que la suspensión de su cargo “es un acto de persecución política” contra opositores al Gobierno de la Ciudad de México.
En un comunicado, rechazaron las medidas cautelares emitidas por la juez Elma Maruri Carballo en contra de la edil capitalina, pues no fue escuchada como corresponde al debido proceso ni se valoraron los argumentos y pruebas presentadas, puntualizaron.
Dijeron estar ante una acción arbitraria del Poder Judicial de la Ciudad de México en contra de una alcaldesa que ganó en las urnas. Con ello se violan sus derechos humanos, políticos y ciudadanos, lo que “nos coloca en un escenario en el que se utiliza a los órganos de procuración de justicia para golpear a opositores políticos”, señalaron los presidentes de PAN, Marko Cortés; PRI, Alejandro Moreno, y PRD, Jesús Zambrano.
Agregaron que esto sienta un precedente muy peligroso para la convivencia democrática y podrá dar pie a que en cualquier momento pretendan destituir de su cargo a otros gobernantes de la ciudad o en cualquier parte del país tan sólo por no pertenecer al partido de la jefa de Gobierno.
Es una mujer íntegra y digna, afirma Monreal
Por su parte, el coordinador de los senadores de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, calificó de “un golpe jurídico”, “un exceso” y “una decisión política” la suspensión temporal de la alcaldesa, ya que, dijo, quien tiene un cargo de elección popular no puede ser removido por un juez, sino por el Congreso de la Ciudad de México y luego de un proceso de desafuero.
En entrevista colectiva apuntó que no oculta su amistad con Cuevas, a quien se refirió como “una mujer íntegra y digna”. Le expresó su “solidaridad completa” y deploró que el Poder Judicial capitalino “esté reducido a un órgano de consigna”.
El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Ángel Mancera, consideró también “un exceso” la medida cautelar porque, dijo, sólo el Congreso de la Unión tiene esa facultad, mientras senadores del PAN y del PRI sostuvieron que es “una operación política” para que Morena recupere esa alcaldía, que no ganó en las urnas.