Además de los efectos focalizados en Ucrania: una caída de al menos 10 por ciento en su actividad económica durante este año –que podría escalar a 35 por ciento– un desajuste fiscal y mayor inflación; el conflicto con Rusia “también tendrá importantes repercusiones indirectas en todo el mundo”, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre ellos el “deterioro de la seguridad alimentaria, el aumento en los precios de los energéticos y de materias primas, presiones inflacionarias, la interrupción de las cadenas de suministro, el incremento del gasto social para los refugiados y un avance de la pobreza”, abundó. “El daño económico global de esta guerra será devastador”, resumió el organismo financiero.
Al aprobar un financiamiento de emergencia para Ucrania por mil 400 millones de dólares, el FMI recalcó que ese país experimentará “una profunda recesión este año”, debido a menor demanda interna, una caída en la inversión, menor comercio exterior, la migración de su población y la destrucción de infraestructura.
Explicó que tras la crisis por la pandemia de covid-19, Ucrania registró un crecimiento de 3.2 por ciento el año pasado, debido a una cosecha récord de cereales y a mayor gasto del mercado interno. Ahora, “se espera que el conflicto reduzca el PIB (producto interno bruto) de 2022 en 10 por ciento”, pero dicha proyección “debe considerarse preliminar y sujeta a una incertidumbre inusualmente grande”.
El FMI advirtió que debido a la caída de los ingresos y mayores gastos, sobre todo en el ámbito militar, el déficit fiscal en Ucrania podría aumentar 3 por ciento como proporción del PIB. Por ende, las necesidades de financiamiento se dispararán en el corto plazo, al tiempo que se pierde acceso a mercados internacionales y los bancos nacionales se niegan a aumentar su exposición a bonos soberanos, para evitar presiones a la base de depósitos.
Detalló que las necesidades brutas de financiamiento en Ucrania ascendían a 19 mil 500 millones de dólares antes de la guerra, ahora se tiene proyectado que alcancen 25 mil 200 millones; e incluso al contar los 4 mil 500 millones de nuevo apoyo financiero oficial ya comprometido, aún queda una brecha de financiamiento fiscal de aproximadamente 7 mil 400 millones de dólares.
“Si bien las perspectivas están sujetas a una incertidumbre extraordinaria, las consecuencias económicas ya son muy graves, con flujos de refugiados de más de 2 millones de personas en sólo 13 días y la destrucción a gran escala de infraestructura clave en Ucrania”, abundó el FMI en el informe del personal técnico que se hizo sobre Ucrania para aprobar el instrumento de financiamiento rápido por mil 400 millones de dólares.
A su vez, advirtió que los países con vínculos económicos muy estrechos con Ucrania corren un riesgo particular de escasez y de interrupciones en el suministro, además “se verán afectados por la creciente afluencia de refugiados”, así que también requerirán apoyo financiero “para suavizar las consecuencias de la guerra”.
