Washington. Estados Unidos advirtió ayer que responderá si los ataques de Rusia van más allá de Ucrania y alcanzan a algún miembro de la alianza. Negó la participación de militares estadunidenses en el conflicto bélico y advirtió que ni China ni otros países deberían ayudar a la Federación Rusa a evadir las sanciones.
El presidente Joe Biden “ha sido claro reiteradamente en que Estados Unidos trabajará con nuestros aliados para defender cada pulgada de territorio de la Organización del Tratado de la Atlántico Norte (OTAN), y eso quiere decir cada pulgada”, declaró el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, al programa Face the Nation, de CBS News.
Las declaraciones de Sullivan se conocieron después de que misiles rusos alcanzaran una base de entrenamiento militar cerca de la frontera de Ucrania y Polonia, que es miembro de la OTAN, donde han dado capacitación militares estadunidenses, además de haberse realizado ejercicios de la alianza, y donde se informó que 35 personas murieron. Sullivan advirtió que cualquier ataque contra territorio de la OTAN provocará la activación del artículo 5 de la alianza, que establece que un ataque contra uno de sus socios es considerado un ataque contra todos.
En ese caso “nuestra respuesta contendrá la fuerza total de la alianza”, aseveró, y sentenció que la OTAN responderá incluso si un ataque ruso contra territorio de la alianza es accidental.
Estados Unidos también negó la participación de sus militares en el conflicto de Ucrania y reiteró que tampoco serán enviados a ese país.
Añadió que ni China ni otros países deberían estar ayudando a Rusia a evadir las sanciones y que ningún país debe estar tratando de rescatar la economía rusa. “Nos aseguraremos de que China ni ningún otro país pueda compensar a Rusia por estas pérdidas”, advirtió Sullivan, quien sostendrá hoy un encuentro con el asesor de política exterior chino, Yang Jiechi, que se centrará en “esfuerzos para manejar la competencia entre nuestros dos países y hablar del impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania en la seguridad regional y global”, declaró Emily Horne, hablando a nombre del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Varsovia, Londres, Berlín, Fráncfort, Hamburgo y Stuttgart fueron escenario de protestas de miles de personas contra la invasión rusa, mientras que en Belgrado hubo una movilización a favor de Rusia organizada por un pequeño partido de extrema derecha. En Chipre, rusos y ucranios protestaron en la ciudad turística costera de Limassol contra la guerra y contra Putin.
Serbia redujo sus vuelos a Rusia tras críticas de estar violando el embargo europeo contra Moscú por su incursión en Ucrania. Desde hace dos semanas, su aerolínea AirSerbia había duplicado sus vuelos a Rusia, usando aviones más amplios y convirtiéndola en su ruta más lucrativa.
El Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) pidieron en conjunto el cese inmediato de los ataques a las instalaciones médicas de Ucrania tras constatar más de una treintena de bombardeos contra estos centros, que han dejado al menos una docena de muertos.
Las tres agencias de la ONU piden el cese de estos “horribles ataques que están matando y causando lesiones graves a pacientes y trabajadores de la salud, y obligando a miles de personas a renunciar a acceder a los servicios sanitarios a pesar de las catastróficas necesidades que padecen”.
La nota, firmada por la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell; la máxima responsable del UNFPA, Natalia Kanem, y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denuncia que “los ataques contra la población más vulnerable, incluidos bebés, embarazadas y enfermos” son “un acto de crueldad inconsciente”.
Según el sistema de vigilancia de ataques contra la salud de la OMS, se han registrado al menos 31 incidentes de esta naturaleza desde el principio de la invasión rusa de Ucrania, de los cuales 24 han desembocado en el daño o la destrucción de estos centros. Un total de 12 personas han muerto y 34 han resultado heridas, de acuerdo con estas estimaciones.
Las agencias de la ONU recuerdan que desde el comienzo de la invasión, el 24 de febrero, han nacido 4 mil 300 bebés en todo el país, y se espera que 80 mil mujeres ucranianas den a luz en los próximos tres meses a pesar de que ahora mismo “el oxígeno médico y los suministros se encuentran en niveles peligrosamente bajos”.
“El sistema de salud en Ucrania claramente está bajo una presión significativa, y su colapso sería una catástrofe. Hay que hacer todo lo posible para evitar que esto suceda”, declaran los responsables de las agencias.
Por todo ello, hacen “un llamamiento al alto el fuego inmediato, que incluye el acceso sin obstáculos para que las personas necesitadas puedan acceder a la asistencia humanitaria”, añaden antes de asegurar que “una resolución pacífica para poner fin a la guerra en Ucrania es posible”.