Washington. El gobierno ucranio se mantiene funcional, el sistema bancario estable y la deuda viable a corto plazo, pero la guerra provocada por Rusia hunde a Ucrania en una recesión sin precedentes. El conflicto también pone en peligro la seguridad alimentaria mundial, advirtió el lunes el FMI.
"Como mínimo", el PIB ucranio se contraerá en torno a un 10% en 2022 suponiendo una "resolución rápida" del conflicto y gracias a una ayuda internacional "sustancial", según una primera estimación del Fondo Monetario Internacional.
La incertidumbre que rodea a estas proyecciones es "enorme", subraya la institución. Y, si el conflicto se estancara, según la historia de las guerras pasadas en Líbano, Irak, Siria o Yemen, el PIB de Ucrania podría caer entre un 25 y un 35%, mucho más que la contracción del 10% registrada en 2015 en el contexto de la guerra de Crimea.
El año pasado, el crecimiento de Ucrania fue sin embargo del 3.2%, impulsado por la demanda interna y las exportaciones.
Pero desde la invasión del país por parte del ejército ruso el 24 de febrero, "la economía ucrania ha cambiado radicalmente", subrayó Vladyslav Rashkovan, director ejecutivo del FMI en representación de Ucrania en una declaración al FMI fechada el 9 de marzo y publicada este lunes.
"Hasta el 6 de marzo, 202 escuelas, 34 hospitales, más de mil 500 viviendas, incluidos edificios, decenas de kilómetros de carreteras e innumerables infraestructuras críticas en varias ciudades ucranias han sido total o parcialmente destruidas por las tropas rusas", describe sobre la base de información proporcionada por el gobierno ucranio.
Los aeropuertos y puertos marítimos han sido cerrados debido a la "destrucción masiva".
Y desde el 6 de marzo, hubo más destrucción de infraestructura. El 10 de marzo, Oleg Ustenko, asesor económico del presidente ucranio, dio una primera estimación de los daños: 100 mil millones de dólares.
#DíaEnImágenes Ucranios ingresan a territorio rumano por la frontera de #Isaccea, ante la posible toma de la ciudad de #Odessa
— La Jornada (@lajornadaonline) March 14, 2022
El viaje a esta región lo realizaron en un ferry que atravesó el #RíoDanubio
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"La guerra en Ucrania, el hambre en África"
A pesar de los extensos daños, el gobierno y el país han seguido funcionando hasta ahora.
"Los bancos están abiertos, incluso funcionan los fines de semana", señaló Rashkovan al FMI el 9 de marzo.
El FMI estima que, en el corto plazo, la sostenibilidad de la deuda ucrania "no parece estar amenazada".
"Los datos preliminares mostraron que, a partir del 1 de marzo de 2022, las reservas internacionales de Ucrania ascendían a 27 mil 500 millones de dólares (…) una cantidad suficiente para que Ucrania cumpla con sus compromisos", detalló Rashkovan.
Más allá de las pérdidas humanas y económicas, el FMI está preocupado por las consecuencias en todo el mundo.
En menos de tres semanas de conflicto, los precios de la energía y de las materias primas, incluyendo las agrícolas, se han disparado. Para una materia prima agrícola como el trigo, los efectos podrían ser aún más dramáticos, advierte la institución multilateral con sede en Washington.
"Las perturbaciones en la temporada agrícola de primavera (boreal) podrían obstaculizar las exportaciones, así como el crecimiento y poner en peligro la seguridad alimentaria mundial", señalan los autores del informe.
Esto se debe a que Ucrania, el "granero de Europa", y Rusia, se encuentran entre los mayores exportadores de trigo del mundo. Entre ambos concentran alrededor de un tercio del comercio mundial del cereal. La mayor parte del trigo ucraniano se exporta en el verano y otoño del hemisferio norte.
Cuanto más dure la guerra, más exportaciones se verán comprometidas, con un impacto en las reservas actuales y futuras.
Ucranios ingresan a territorio rumano por la frontera de Isaccea, tras huir de su país por la posible toma de la ciudad de Odessa. Foto Marco Peláez.
"Las interrupciones en las exportaciones en el Mar Negro tienen efectos inmediatos para países como Egipto, que dependen en gran medida de las importaciones de cereales de Rusia y Ucrania", señaló el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un informe publicado el viernes.
Y más allá de los países que reciben cereales del Mar Negro, "aquellos que dependen en gran medida de las importaciones de cereales están en primera línea" de riesgo, ya que los precios internos de los alimentos suben, como consecuencia del aumento de los precios en los mercados mundiales, añade la agencia de ayuda alimentaria de las Naciones Unidas.
El impacto será fuerte en países como Afganistán, Etiopía, Siria y Yemen "por su dependencia del trigo", advierte.
"La guerra en Ucrania significa hambre en África", lamentó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en CBS News el domingo.
Alerta ONU hambruna en todo el mundo
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó el lunes contra las repercusiones de la guerra que libra Rusia en Ucrania, que podría resultar en "un huracán de hambruna" en muchos países.
La detención de la producción agrícola en Ucrania y Rusia debido al conflicto golpeará "más duramente a los más pobres y sembrará semillas de inestabilidad política y malestar en todo el mundo", subrayó Guterres a periodistas en Nueva York.
"Esta guerra afecta mucho más que a Ucrania", agregó.
"Los precios de los cereales ya superaron los de principios de la Primavera Árabe y los disturbios por alimentos de 2007-2008", afirmó, agregando que el índice mundial de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) "está en su mayor nivel jamás registrado".
"Debemos hacer todo lo posible para evitar un huracán de hambruna y el colapso del sistema alimentario mundial", subrayó Guterres.
Rusia y Ucrania son considerados ambos "el granero de cereales" del mundo.
En total, "45 países africanos y los menos desarrollados importan al menos un tercio de su trigo a Ucrania o Rusia; 18 de estos países importan al menos el 50%. Esto incluye países como Burkina Faso, Egipto, República Democrática del Congo, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y Yemen", dijo Guterres, quien volvió a pedir un rápido fin de las hostilidades.