Bogotá. El senador y exguerrillero Gustavo Petro obtuvo este domingo la nominación presidencial de la izquierda colombiana con una amplia votación, que lo consolida como el favorito para vencer por primera vez a las fuerzas de derecha y centro en los comicios del 29 de mayo.
Tal como se esperaba, el candidato de 61 años fue el gran vencedor en las primarias o consultas partidistas que se llevaron a cabo simultáneamente con las elecciones para renovar las dos cámaras del Congreso de casi 300 escaños.
Escrutado el 77% de los sufragios en la consulta del Pacto Histórico, la alianza de las izquierdas, Petro obtenía 3.3 millones de votos contra los 597 mil 728 de la ambientalista afro Francia Márquez, una ventaja de 66 puntos porcentuales, según el conteo oficial.
Al frente de todas las encuestas de intención de voto para las presidenciales, Petro enfrentará al exalcalde Federico Gutiérrez, quien muy probablemente se quedará con la investidura de la coalición de derecha. En las primarias de las fuerzas de centro, el exgobernador Sergio Fajardo encabeza el cómputo.
El cuadro de presidenciables lo completan Óscar Iván Zuluaga, por el Centro Democrático, actualmente en el poder; el independiente Rodolfo Hernández e Íngrid Betancourt, excandidata y exrehén de la extinta guerrilla de las FARC. Los tres se abstuvieron de ir a primarias y compiten con el aval de sus partidos o de firmas.
Los resultados marcan el inicio de la carrera presidencial de cara a la primera vuelta de finales de mayo. Alrededor de 39 millones de personas estaban habilitadas para votar este domingo tanto por el Congreso como en las primarias. Sin embargo, las nominaciones presidenciales eclipsaron las legislativas.
La autoridad electoral dio a conocer primero el escrutinio de las consultas antes que el del nuevo Congreso, que avanzaba mucho más lento. Con apenas el 10% de las mesas escrutadas, la coalición que encabeza Petro lidera la Cámara Baja y es segunda en el Senado, de acuerdo con la Registraduría.
Promesa de ruptura
Petro, que en 2018 perdió el balotaje con el hoy presidente Iván Duque, se perfila como el fenómeno electoral en un país empobrecido por la pandemia, con un desempleo de casi el 15% y azotado por el repunte de la violencia que siguió al acuerdo de paz con las extintas FARC y la inseguridad en las ciudades.
"Hoy comienza el cambio desde las urnas, depositando un voto que traiga esperanza y vida para Colombia", señaló Petro poco después de votar.
El también exalcalde de Bogotá, que dejó las armas en 1990 para iniciar una fulgurante carrera en el Congreso, se encamina a capitalizar el descontento social patente en las masivas protestas de los últimos años contra el gobierno, que fueron duramente reprimidas.
Muy activo en la plaza pública y redes sociales, Petro promete distanciarse de las élites tradicionales y encabezar un gobierno de ruptura y de reformas con acento en el cuidado del medioambiente. Su propuesta económica apunta a dejar progresivamente la dependencia del petróleo y el carbón e impulsar la producción de alimentos y una economía del conocimiento.
Las complejas votaciones de este domingo transcurrieron bajo un despliegue militar y policial de 240 mil efectivos. Los únicos hechos de violencia reportados fueron dos ataques que dejaron igual número de militares muertos en el sur del país.
Sin embargo, la independiente Misión de Observación Electoral (MOE) aseguró haber recibido cientos de denuncias sobre presuntas irregularidades como la compra de votos.
Las legislativas midieron el ánimo de los electores de cara al 29 de mayo, cuando votarán por el sucesor del impopular Iván Duque (derecha), quien completará en agosto su mandato de cuatro años sin derecho a reelección.
Dominado por fuerzas de derecha y partidos tradicionales, el Congreso es hoy la institución más desprestigiada del país, según la encuestadora Invamer, a raíz de los casos de corrupción.
El Centro Democrático, el partido en el poder y el más votado para el Senado en 2018, se expone a un castigo en las urnas ante el desempeño de Duque, cuya impopularidad ronda el 70%.
Esta vez la derecha no cuenta con su mayor elector: el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien renunció al Senado tras obtener la mayor votación en 2018, forzado por una investigación judicial por presunta manipulación de testigos.
Muy seguramente "el Centro Democrático va a dejar de ser la primera fuerza" si bien seguirá teniendo una "participación importante", señala el analista político Alejo Vargas, de la Universidad Nacional.
Ante el probable declive del uribismo, Federico Gutiérrez parece ser el que tiene más opción de cohesionar a las fuerzas más conservadoras.
Queremos "derrotar cualquier tipo de proyecto populista, autoritario y corrupto que esté en camino", señaló Gutiérrez, uno de los adversarios más enconados de Petro.