Túnez. Desde la invasión rusa de Ucrania, proveedores de trigo al Magreb, los precios de productos como la harina o la sémola se han disparado en la región, acentuados por un frenesí de compras antes del inicio del ramadán en abril.
En un supermercado de Ariana, en el norte de la ciudad de Túnez, no queda ni una bolsa de trigo o sémola en las estanterías. Y en la etiqueta de las tres últimas bolsas de azúcar pone "no más de 1kg por favor", informa un periodista de la AFP.
Según los responsables de la tienda, "no hay penuria, sino un aumento de las compras de sémola y harina".
Houda Hjeij, una mujer de 52 años, acusa al gobierno de no haber sabido "anticipar la guerra en Ucrania…Llevo dos semanas sin arroz ni harina en mi cocina", lamenta.
Este frenesí, con un consumo diario de sémola que "aumentó de 700%" y de azúcar que se triplicó, se explica por el comportamiento de los tunecinos en tiempo de crisis. Según Hedi Baccour, el representante de los propietarios de supermercados, los ciudadanos compran más para almacenar los alimentos
Hedi Bouallegue por ejemplo, un jubilado de 66 años, recorre todos los días su barrio y compra un litro de aceite o un kilo de sémola en cuanto lo encuentra, aunque suponga "pagar el doble de precio".
"No habrá penuria"
Por el momento, Túnez asegura tener reservas para tres meses. Los productos básicos (café, azúcar, pasta, sémola) están subvencionados en gran medida y el precio de una pieza de pan se mantiene en 7 céntimos de dólar desde hace 10 años.
Este sistema, que pretende evitar disturbios como los que ocurrieron en los años 80 por el aumento repentino de los precios del pan, existe también en Argelia, aunque este último lo quiere suprimir.
Argelia, el segundo consumidor africano de trigo detrás de Egipto (con 10 millones de toneladas por año), "no importa trigo blando de Rusia o Ucrania", según la oficina de cereales OAIC.
"No habrá penuria, los transportistas de cereales siguen trayendo grandes cargamentos al puerto de Argel", declaró a la AFP Mustapha, un funcionario de la oficina portuaria.
Pese a ello, en Tizi Uzu y Bugía, situada en la Cabilia (este), las reservas de sémola fueron asaltadas recientemente, provocando una escasez.
"La guerra en Ucrania y todos los depósitos de sémola tomados por asalto", se lamenta en Facebook Mouh Benameur, residente en Mechtras.
Subida del precio del combustible
Pero en realidad, los precios de alimentos aumentaron en todo el Magreb incluso antes de la invasión rusa de Ucrania.
El alza de los precios se debe a la "inesperada recuperación [tras la recesión provocada por el covid-19], que se tradujo en una subida del precio de los cereales y los productos petrolíferos en el mercado internacional", recuerda Fouzi Lekjaa, ministro delegado del Presupuesto en Marruecos.
"Los productos agrícolas en general se han encarecido mucho por la subida del precio del combustible, pero también por la sequía", la peor de los últimos 40 años en Marruecos, explica a la AFP Mourad, de 37 años, cliente de un mercado de Rabat.
Al carecer de hidrocarburos, Marruecos se ha visto muy afectado por la subida de los precios del combustible.
En las últimas semanas, el país vivió una huelga de transportistas, por lo que el Gobierno está "estudiando la posibilidad de conceder subvenciones para proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos y mantener los precios en niveles razonables", según su portavoz Mustapha Baitas.